La nieve y la lluvia aíslan una decena de pueblos y llevan el caos a las carreteras
La borrasca cubre de hielo desde Lorca a Yecla por el interior y deja mucha agua en el litoral, donde hubo riesgo de inundación
GREGORIO MÁRMOL
Viernes, 20 de enero 2017, 01:34
De la alegría de disfrutar el miércoles de la primera gran nevada de la década en un territorio con trescientos días de sol al año, media Murcia pasó ayer a la desesperación por los peligrosos e incómodos efectos que la ola de frío polar causó en una treintena de municipios. Los murcianos tuvieron que convivir con los efectos adversos de la acumulación de hielo y agua, traducidos en el aislamiento de una decena de pedanías de Lorca, Moratalla, Caravaca y Yecla, la suspensión de clases en colegios e institutos, así como en restricciones de tráfico en una veintena de carreteras.
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Con la borrasca cubriendo toda la comarca del Noroeste, la principal incidencia fue el corte de la autovía de Caravaca de la Cruz en un tramo de 36 kilómetros entre Mula y la ciudad santa. La formación de placas de hielo en las calzadas impidió la circulación durante siete horas. Pese al incesante trabajo de los quitanieves para despejar el camino, cientos de conductores quedaron atrapados en sus vehículos, sin posibilidad de continuar la marcha ni dar media vuelta hasta pasadas las siete de la tarde. Los vecinos de Cehegín (donde anoche se desplomó el techo de un pabellón deportivo, sin causar heridos) y Bullas recibieron instrucciones de permanecer en sus casas por la abundante nieve, que obligó a cortar calles y causó daños en los cultivos de flores de Canara. Pero hubo quien al mal tiempo puso buena cara y una pizca de humor, desenfundando los esquíes para salir a pasear por las calles caravaqueñas.
La nevada también fue copiosa en el Altiplano: cubrió toda la ciudad de Yecla y la dejó incomunicada durante varias horas, al igual que su única pedanía, Raspay. Los yeclanos, acostumbrados al frío, no recordaban una tormenta igual en las últimas cuatro décadas. Dos máquinas quitanieves y dos palas municipales trabajaron durante todo el día con la finalidad de despejar los accesos y cubrirlos con sal para evitar la formación de placas heladas. La ciudad estuvo sin luz ni teléfono varias horas por la tormenta.
Las bajas temperaturas conservaron el manto blanco caído el miércoles en puntos altos de la red de carreteras, como el Puerto de la Cadena, donde los vehículos circularon con dificultad entre máquinas quitanieves. El termómetro tampoco pasó de los 4 grados en las Cuestas del Cedacero, en plena sierra litoral de Cartagena. Aun así, la circulación entre la ciudad portuaria y Mazarrón quedó restablecida por la mañana, tras disiparse el peligro de deslizamientos, sobre todo de camiones y autobuses.
Ramblas en el Mar Menor
En la costa y en la capital de la Región, la lluvia caída ininterrumpidamente durante 24 horas ayudó a disolver los últimos copos pero hizo revivir a los vecinos las terribles inundaciones de hace un mes en el Mar Menor. El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, activó el 'nivel 0' del Plan de Emergencias Municipal como medida de precaución ante la acumulación de agua en distintas ramblas. En Los Alcázares también se vivieron momentos de tensión, tras una alerta de los servicios de Emergencias por el «alto porcentaje» de probabilidades del desbordamiento de una rambla, en la zona del polideportivo y del instituto. Los vecinos se protegieron sacando sus vehículos y pertenencias de valor de sus sótanos. Por fortuna, la lluvia cesó al anochecer, el riesgo se redujo y el pueblo intentó recobrar la normalidad sin bajar la guardia.
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A media tarde, fue cortada la RM-19 (autovía Murcia-San Javier) debido a la gran acumulación de agua a la altura de Los Infiernos. También la RM-F26, entre Los Alcázares y Balsicas, así como la RM-E33, que une El Albujón y La Aljorra, por bolsas de agua en la calzada.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) informó de que Cartagena fue el municipio donde más llovió: 100 litros por metro cuadrado en un día. La ciudad de Murcia recogió 30, la mitad del umbral de 60 litros por metros cuadrado en 12 horas, que es la cifra que provoca la emisión de un aviso urgente. A esas cantidades sumó otros 20 litros procedentes de la fusión de la nieve.
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El Centro de Coordinación de Emergencias atendió más de tres mil llamadas al número 112, la mayoría para solicitar información sobre el estado de carreteras y la actividad en colegios. Gestionó también 532 incidentes, como 32 accidentes de tráfico, nueve de ellos con heridos. Entre las incidencias solucionadas destaca el hallazgo en buen estado del deportista de 33 años que el miércoles se perdió en Cartagena.
En el 112 esperan para hoy otro día movido. Aunque la Aemet rebaja el aviso de nivel rojo a naranja en el Noroeste, persiste hasta la tarde el riesgo importante de nevadas, que pueden alcanzar los siete centímetros de espesor. El Altiplano, Lorca, Águilas y otras localidades del Guadalentín estarán en aviso amarillo también por fenómenos similares. El mal tiempo seguirá durante el fin de semana, sobre todo en la costa, pero con menos riesgos. Todo indica que lo peor ya ha pasado.
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