La lluvia cuaja en pleno puerto

La jornada histórica e inolvidable para niños y adultos, en la que una gran nevada volvió a hacer acto de presencia en el centro de Cartagena 78 años después de la última vez, tuvo ayer su cara menos amable. La alegría del momento para muchos, al ver caer copos durante casi dos horas -entre la una y la tres de la tarde- sobre los monumentos más emblemáticos de la ciudad, al jugar con la nieve que cubría los coches y al hacerse autorretratos en plena calle notando el hielo caer sobre sus cabezas, dejó paso a la desesperación y desconcierto por la infructuosa búsqueda de un joven de 33 años, que desapareció en el monte Roldán a mediodía y anoche seguía sin ser localizado. A este suceso se unió un accidente en Pozo Estrecho, ocurrido sobre las seis de la tarde: una mujer sufrió heridas leves al ceder parte del patio mojado de su casa, donde se encontraba, y caer cerca de un aljibe.

Dos horas antes de que la nieve irrumpiera plácidamente en toda la ciudad y dejara boquiabiertos a muchos, Alberto Rodríguez, el joven perdido en el Roldán, subió al monte para hacer senderismo acompañado de su padre, Francisco Rodríguez Arenas, funcionario del Ayuntamiento de Cartagena. Ambos llegaron juntos al paraje del Mirador, pero el chico decidió continuar en solitario hasta la antigua batería militar de la cima, mientras su progenitor descendía.

El joven, deportista y miembro del Club Mudos Trail, fue dado por desaparecido pasadas las tres de la tarde, cuando no regresó a su casa. Pocos minutos después se puso en marcha el dispositivo de búsqueda, en el que participó un helicóptero con base en Alcantarilla junto al grupo de rescate y salvamento en montaña de la Región de Murcia, dos agentes medioambientales, bomberos de Cartagena y efectivos de la Guardia Civil, de Protección Civil y de Infantería de Marina.

En el momento de su desaparición, Alberto Rodríguez no llevaba móvil y vestía un cortavientos rojo y un pantalón corto sobre unas mallas negras. En la cabeza portaba un gorro gris de lana. A media tarde, sus compañeros del club se unieron a la búsqueda, aunque debido a las bajas temperaturas y a que la noche se les echó encima se les obligó a abandonar, para facilitar el trabajo de los profesionales. Uno de los amigos incluso tuvo que ser atendido con síntomas de hipotermia. Hacia las ocho de la tarde, el director general de Seguridad Ciudadana y Emergencias, Manuel Durán, se trasladó a la zona para coordinar el trabajo. A pesar de la lluvia incesante y del frío (1,7 grados a las 20 horas), todos los efectivos continuaron en la zona hasta dar con el desaparecido.

Por la tarde, sobre las seis, una mujer de unos 50 años de edad sufrió un accidente en su casa, ubicada en la plaza Mayor de la diputación cartagenera de Pozo Estrecho. Según relató, parte del patio de su vivienda, donde se encontraba, cedió y cayó a un aljibe. Los bomberos, movilizados de inmediato para rescatarla, se encontraron a su llegada con que la mujer pudo salir del inmueble por su propio pie, según indicaron fuentes oficiales. Una ambulancia la trasladó al Hospital de Santa Lucía con heridas leves.

La Manga, en 2005

No había habido una nevada similar desde enero de 2005, cuando La Manga del Mar Menor quedó cubierta de blanco y los copos fueron testimoniales en la ciudad. El resto de este día histórico en las últimas ocho décadas transcurrió sin incidentes. Los colegios interrumpieron por unos momentos sus clases para que los alumnos pudieran ver este hecho sorprendente para la mayoría. Luego a la salida, los chicos disfrutaron durante más tiempo, como lo hicieron muchos dependientes y clientes de los comercios, que no perdieron la oportunidad de inmortalizar el momento con sus móviles.

Pero la nieve trajo también incomodidades, como los atascos de tráfico en zonas céntricas de la ciudad, como la Alameda de San Antón, el Paseo de Alfonso XIII, la calle Real y en el puerto, donde hubo colas y retenciones, al coincidir con la salida de los colegios y del trabajo.

Las mayores acumulaciones de nieve se dieron en la zona oeste del municipio, en las cuestas del Cedacero, Tallante y Peñas Blancas, pero también en la subida al monte Calvario y la inmediaciones de Cala Cortina, cuya playa, sobre las tres de la tarde, estaba teñida de blanco y servía de escenario a muchos para sus fotos.

Debido a las bajas temperaturas nocturnas -una máxima de 4 grados y 0,1 de mínima-, Cruz Roja habilitó en su almacenes camas y un comedor para acoger a los 'sin techo'. Desde la una a las ocho de la tarde, la Agencia Estatal de Meteorología registró 34 litros por metro cuadrado en el término municipal de Cartagena. La probabilidad de lluvia para hoy es del 100% , aunque disminuirá hacia la tarde.