La UCAM carga contra Pedro Antonio Sánchez por su ausencia, «evidencia de su falta de apoyo»

Doce meses -y una tensa y polémica negociación por el convenio de prácticas para los alumnos de Medicina- han bastado para que, quien recibía alabanzas públicas por su apoyo el pasado año, fuera ayer objeto de duros reproches. La rectora de la UCAM, Josefina García Lozano, cargó las tintas contra el presidente del Gobierno regional, Pedro Antonio Sánchez, a quien dirigió recriminaciones directas durante el acto de apertura de la Universidad de José Luis Mendoza.

Ovacionada después por su comunidad universitaria -puesta en pie- por su discurso, la rectora amonestó a Sánchez por su ausencia en el acto, que coincidía además con el vigésimo aniversario de la institución. «Hoy, menos que nunca, en nuestro veinte aniversario, hay ausencias difíciles de justificar y entender. Como es el caso del presidente de la Comunidad Autónoma y otros miembros del Gobierno, así como la del alcalde de la ciudad», criticó abiertamente García Lozano, para quien la no asistencia del presidente de la Comunidad no tiene otra explicación que su falta de apoyo al proyecto de la Universidad y a la atención de sus exigencias para que los alumnos de la UCAM hagan prácticas en los hospitales públicos de Murcia. «Esas ausencias -dijo- no hacen más que corroborar lo que es una evidencia a gritos. La falta de apoyo, de estar, de estar involucrados, implicados en este proyecto, la UCAM, que es desarrollo para la Región, que tiene un sistema universitario conformado por tres universidades».

Unos reproches que tuvo que encajar la consejera de Educación desde el estrado, quien junto a tres de sus directores generales y el delegado del Gobierno integró el grueso de la representación institucional. Mucho menos numerosa que la del pasado cuando, en pleno período preelectoral, asistieron al acto de apertura de curso, entre otros, el presidente de la Comunidad, el diputado Teodoro García y la secretaria de Estado Sánchez-Cortés. «El curso pasado por estas fechas, en este mismo acto y lugar, en el que sí estuvo el presidente de la Comunidad y una alta representación del Gobierno, manifesté: 'Esta institución tiene fe en que las decisiones del gobierno sean justas'. Hoy afirmo que solo tengo fe en Dios, porque sé que no me fallará nunca», remató la rectora, que dedicó buena parte de su intervención a repasar las objeciones que su universidad tiene aún que poner a los acuerdos para las prácticas de Medicina.

Los calificativos más duros se los llevó en todo caso el rector de la Universidad de Murcia, José Orihuela, en repuesta a las críticas que él ha lanzado a la UCAM en el último año. García Lozano tachó a Orihuela por ello de «deslenguado», y calificó su actitud de «intolerante, antidemocrática, extrema e intransigente».

El tono conciliador quedó para el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, quien mostró su confianza en que «nuestros gobiernos respeten la autonomía y libertad» de la UCAM, y tendió «la mano al rector de la UMU. Espero que podamos trabajar y tener una buena relación», dijo Mendoza. Antes, repasó el contundente crecimiento de la UCAM en cifras: más de 50.000 alumnos han pasado por sus aulas, «cuenta con 2.400 trabajadores y nos acercamos a los 18.000 estudiantes matriculados entre todos los títulos y programas». También la consejera de Educación trató de evitar el enfrentamiento público, y se limitó a replicar que «no estamos en tiempos de culpabilizarnos, sino de buscar soluciones. El Gobierno regional no puede ser culpable de las declaraciones que vengan de otros ámbitos».