El PSOE plantea una ley para garantizar «una muerte digna y en paz»
Los socialistas proponen que los menores en fase terminal tengan derecho, a partir de los 16 años, a decidir sobre la atención que reciben
Javier Pérez Parra
Miércoles, 23 de noviembre 2016, 01:28
El PSOE ha presentado en la Asamblea Regional un proyecto de Ley de Muerte Digna que busca «garantizar» a los pacientes en fase terminal el derecho a ser atendidos en sus domicilios por parte de equipos de cuidados paliativos, de forma que esta asistencia no quede supeditada a la existencia o no de recursos suficientes. Los socialistas también proponen que los menores que sufran una enfermedad incurable y necesiten de este tipo de cuidados puedan tomar sus propias decisiones sobre la atención que reciben a partir de los 16 años, aunque siempre con información previa a los padres, cuya opinión «será tenida en cuenta».
Entre los 12 y los 16 años, los menores tendrán derecho «a que su opinión sea escuchada», aunque serían los padres o los tutores legales los encargados de tomar la decisión final, firmando los consentimientos informados. La propuesta de ley presentada por el PSOE subraya que, tanto en el caso de los adolescentes de 16 y 17 años como en el resto, las decisiones de los pacientes siempre tendrán como limitación lo previsto en las leyes nacionales y autonómicas vigentes.
La Ley de Muerte Digna planteada por el PSOE es similar a la que este partido ha impulsado ya en País Vasco, Baleares, Galicia, Aragón, Canarias y Andalucía. El secretario general del PSRM-PSOE, Rafael González Tovar, y el diputado regional Alfonso Martínez Baños presentaron ayer la propuesta.
Habitaciones individuales
El texto recoge el derecho a la retirada de medicamentos o aparatos que mantienen la vida de forma artificial, el derecho a recibir cuidados paliativos «de calidad», y el derecho de los pacientes terminales a la intimidad, contando con una habitación individual y no compartida en los centros hospitalarios.
Algunas de estas propuestas, como el derecho a retirar aparatos que mantienen la vida de forma artificial, ya están recogidas en la Ley de Autonomía del Paciente. Según explicó González Tovar, se trata de «defender las necesidades de las personas, reconociendo la naturalidad de la muerte y procurando la paz en esa etapa final».
El texto incluye la definición de términos como sedación paliativa, situación de agonía y limitación del esfuerzo terapéutico, y destaca el derecho de los pacientes a ver reducido el dolor mediante la sedación y la retirada de medidas terapéuticas, prácticas que forman parte de «la buena práctica clínica» para evitar un sufrimiento innecesario, ya que la muerte es inevitable y la recuperación funcional del paciente, imposible.
La propuesta de Ley incluye también el testamento vital o documento de instrucciones previas, una herramienta ya prevista en la Región pero que sigue siendo utilizada de forma muy minoritaria.