El TSJ concede una incapacidad absoluta a un gerente debido a su obesidad

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha declarado en situación de incapacidad absoluta para todo trabajo al gerente de una empresa que sufre obesidad desde los 17 años, que en 2001 tuvo que someterse a una liposucción y en 2004 a una cirugía de eventración. La sentencia admite que a causa de esas patologías, por las que en 2006 se sometió a una reducción gástrica, sufre una depresión de tal grado, junto con un trastorno ansioso de la personalidad, que le impide realizar cualquier actividad laboral.

El tribunal estima así el recurso que el demandante presentó contra la sentencia de un juzgado de lo Social de Cartagena, que sostuvo que sus patologías y las intervenciones no tenían entidad para declararlo en situación de incapacidad absoluta o total. Dice ahora la Sala que las dolencias que padece, con un trastorno depresivo cronificado, le impiden desarrollar cualquier trabajo, por lo que condena al INSS a pagarle una pensión del cien por ciento de su base reguladora.