La condena a Stan por descuartizar a los holandeses se queda en 5 meses

La decisión del jurado popular de estimar la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, como muy cualificada, por los retrasos en la investigación judicial del 'caso Visser', ha provocado que la condena a uno de los participantes en el estremecedor suceso, el rumano Constantín Stan, se haya quedado en unos ridículos cinco meses de prisión. Aunque el delito de encubrimiento por el que ha sido condenado permitía imponerle hasta tres años de prisión, la aplicación de esa atenuante muy cualificada ha reducido la pena hasta ese límite para uno de los autores del descuartizamiento y enterramiento de los restos de Ingrid Visser y Lodewijk Severein.

Esa es una de las circunstancias más llamativas de la sentencia que se ha visto obligado a dictar el magistrado-presidente del tribunal, Enrique Quiñonero, y que ayer fue notificada a las partes del proceso. Los dos autores materiales de los asesinatos, Juan Cuenca y Valentín Ion, cumplirán 34 años de prisión en cada caso. Se ha tenido en cuenta que actuaron con alevosía -sin otorgarles la menos posibilidad de defensa a sus víctimas, en lo que el magistrado define como «alevosía traicionera»- y que medió precio o recompensa, además de aplicárseles también la atenuante de dilaciones indebidas. No se ha tenido en cuenta su reconocimiento tardío de culpa, ya que la versión que ofrecieron en el juicio distaba mucho de corresponderse con la verdad. Como estimó el jurado, ninguno tendrá derecho a beneficiarse de un indulto.

Serafín de Alba, el dueño del huerto acusado de encubrimiento, ha quedado absuelto.

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