El fiscal retira la acusación contra Mari Cruz por el robo de un arsenal de armas

Mari Cruz Alburquerque, la mujer que en 2007 indujo a su amante a asesinar a su esposo, el funerario José Moreno, volvió ayer a sentarse ante un tribunal, en este caso acusada de incitar a unos ladrones a robar un arsenal de armas. El fiscal, Juan Pablo Lozano, le pedía dos años de cárcel, por lo que si resultaba declarada culpable hubiera visto prolongarse la condena de 18 años de prisión que ya se le impuso por la muerte de Moreno. No será así. El fiscal solicitó tras los interrogatorios su absolución.

El origen de esta acusación se remonta a junio de 2006, apenas nueve meses antes del asesinato de su marido. El Ministerio Fiscal mantenía que el matrimonio planeó el robo del arsenal que el dueño de la funeraria donde él trabajaba, aficionado al tiro deportivo, mantenía en un armero ubicado en las instalaciones.

La pareja, siempre según el escrito del fiscal, le propuso a un vecino, Francisco José F. C., apodado 'El Moro', que buscara a alguien más para dar el 'palo'. Y 'El Moro' se lo comentó a Diego M. M., conocido como 'El Cigala' y con antecedentes por robo, amenazas y tráfico de drogas. Diego, junto a otras dos personas que no lograron ser identificadas, perpetraron el asalto en agosto de 2006.

Así lo confesó ayer 'El Cigala' quien, además, aclaró al magistrado cómo las armas fueron escondidas en una casa de campo, aunque después desaparecieron. Para hacerse con ellas tuvieron que arrancar el armero de cuajo. Pesaba más de 150 kilos. El mueble contenía dos escopetas de caza, tres rifles para caza mayor, tres pistolas y un revólver, cuyo valor era de 5.626 euros.

El dueño de la funeraria recordó ayer que, «al descubrir que el armero había desaparecido, sospeché de los empleados», como al final se probó. Los hechos habían sido calificados como sendos delitos de robo con fuerza y tenencia ilícita de armas, y el fiscal pedía cuatro años de cárcel para 'El Cigala' y otros tantos para 'El Moro'.

Francisco José F.C., por su parte, negó durante el juicio que hubiera tenido nada que ver con el robo, si bien reconoció que el fallecido le propuso el asalto durante una cena que compartieron con Mari Cruz, «pero lo tomé como una ocurrencia. No quería saber nada». Similar declaración ofreció Mari Cruz, quien aseguró que había conocido el robo «porque mi marido me lo contó después, por el mes de septiembre», cuando la Policía comenzó a interrogar a los trabajadores. Además, la acusada también negó que hubiera cenado alguna vez con Francisco José y que su amistad con él «se deterioró» tras conocer que, supuestamente, «le pasaba cocaína a mi marido» y malmetía «diciéndome que José andaba con unas y con otras». Según Mari Cruz, le contaba estas cosas pues «yo le gustaba y tenía celos».

Un informe decisivo

La actuación durante el juicio del abogado de Mari Cruz, Raúl Pardo-Geijo, no solo logró que el fiscal terminara por proponer la absolución de la acusada y que, tras presentar su informe, recibiera la felicitación de todas las partes. Además, también advirtió durante la vista de que 'El Moro', a quien ni siquiera defendía, no podía ser condenado en ningún caso puesto que los presuntos delitos que se le imputaban ya habían prescrito.

Tras la solicitud del Ministerio Fiscal es muy probable que el magistrador decida la absolución de Mari Cruz, al no existir ya acusación alguna que pese sobre ella. Entretanto, el otro acusado, 'El Cigala' aceptó una pena de 18 meses de prisión. De esta forma, tras una década de investigaciones y espera, Mari Cruz Albuquerque se ha librado, a falta de conocer la sentencia del magistrado, de una nueva condena sobre sus espaldas.