«¡La que habéis liado, pollitas!»
Críticos y 'sanchistas' acercan posturas en el Comité Regional del PSOE, que empezó con calma tensa en los corrillos
Daniel Vidal
Sábado, 8 de octubre 2016, 01:54
«Anda que... ¡La que habéis liado, pollitas!». La gerente del PSOE de la Región de Murcia saludaba con un gran sonrisa, abrazote incluido, a las alcaldesas de Águilas y Molina de Segura, María del Carmen Moreno y Esther Clavero, respectivamente, poco antes de empezar anoche el Comité Regional del partido. «¡Tampoco hemos hecho nada!», respondía con una media sonrisa Moreno, que declinó hablar para los medios a las puertas de la Facultad de Educación, donde estaban convocados 248 delegados. Clavero eligió la misma senda que Moreno y tampoco habló para 'La Verdad'. Y, como no hay dos sin tres, la vicealcaldesa de Cartagena y secretaria del partido en la ciudad portuaria, Ana Belén Castejón, también evitó hacer declaraciones y solo acertó a decir que entraba al Comité «con mucha responsabilidad».
La que «'liaron'» Moreno, Clavero y Castejón en aquel comunicado en el que se alineaban con los críticos de Pedro Sánchez, y que en opinión de Moreno no es «nada», fue uno de los muchísimos asuntos que se trataron en los corrillos previos al largo Comité Regional del partido, que se había convocado con anterioridad al 'tsunami' nacional en el PSOE y al posterior esperpento en Ferraz.
En el orden del día solo estaba previsto que la ejecutiva presentara al comité un informe sobre la gestión del último año y otro informe sobre el Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea Regional. Pero el meollo de la cita se gestó, como no podía ser de otra manera, «en torno a la situación que está viviendo el partido, y es lógico que hagamos un debate profundo, sin limitaciones», aseguró el secretario general del PSOE de la Región, Rafael González Tovar. De hecho, los delegados pidieron ayer 38 turnos de palabra. El líder del partido en la Comunidad acudía al Comité con ánimo de «conocer la opinión real de los militantes», por lo que propuso «asambleas en todas las agrupaciones de la Región, en las que se levante acta, y que sirvan para pulsar de verdad la opinión de la militancia, y que representemos con la máxima dignidad posible la posición de la federación murciana en el próximo Comité Federal».
El PSOE debe decidir en ese Comité Federal qué camino tomará finalmente: o facilitar la abstención al Gobierno de Rajoy, o mantenerse firme en el 'no es no' y desembocar en unas terceras elecciones. ¿Está el PSOE entre la espada y la pared? «En absoluto», zanjó el diputado nacional Pedro Saura, quien tampoco se planteó una posible ruptura de la disciplina de voto en el Congreso de los Diputados por parte del grupo socialista: «Los diputados votarán lo que decida el Comité Federal».
Sin embargo, del Comité Regional celebrado anoche no salió una postura clara respecto a la posición de la federación murciana en este sentido. Para ello, reiteró Tovar, habrá que «consultar a la militancia». Además, dijo que «habrá que ver qué se plantea» desde la dirección nacional del partido «para ver cuál es nuestra actitud; vamos a analizar la situación. Hay gente partidaria del 'no', hay gente que cree que la abstención evitaría las elecciones, y hay gente que piensa que estamos perdiendo un tiempo precioso. Quiero que haya un debate en las agrupaciones sobre estas tres opciones, y que ese debate nos dé la temperatura real de la federación». De hecho, el Comité no admitió dos resoluciones de última hora, presentadas por Juventudes Socialistas y la Agrupcación Socialista de Cehegín, que ponían encima de la mesa la necesidad de «consultar a la militancia» la postura de la federación en el Comité Federal.
Entre la «guerra» y la «unidad»
«Aquí va a haber hostias hasta en el carné de identidad», temía a la entrada uno de los delegados más críticos con la gestión de Tovar, que luego reconocía aliviado que el comité se desarrollaba «con elegancia», con intervenciones correctas. «Yo vengo a la guerra», se presentaba en los corrillos el exalcalde de JumillaFrancisco Abellán. Aunque, al final, no hubo ni «hostias» ni «guerra». Las 38 intervenciones se fueron sucediendo en orden, con discursos moderados, reconocían los críticos. Y las palabras más escuchadas fueron, «coser», «sensatez», «unidad» y «militancia». Prácticamente todos reconocieron el «gravísimo problema que tiene el PSOE, que está en la cuerda floja», como definió María del Carmen Moreno en su intervención.
«Hemos estado más preocupados por nosotros mismos que por la gente de la calle, por el votante, que es quien nos pone en las instituciones», afeó Moreno en el estrado. «Pensemos un poco en esa gente porque, sin los vecinos de Águilas, yo nunca hubiera sido alcaldesa; a esa gente la estamos dejando de lado, y a esa gente tenemos la obligación de darle explicaciones. Y yo, desde luego, las doy», continuó Moreno. «Vamos a poner cabeza y sensatez», pidió la alcaldesa de Águilas. «Vamos a poner responsabilidad y vamos a respetarnos entre nosotros porque, si no, no podremos pedir que nos respeten y mucho menos podremos pedir el voto».
A su vez, la vicealcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, protagonizó uno de los discursos más pasionales de la noche, e inició su intervención con el crudo relato del atentado que casi le cuesta la vida a Eduardo Madina en 2002: «Ese joven que se queda tendido en el suelo en ese momento, al que intentó matar ETA, era el secretario general de las Juventudes Socialistas de Sestao (Vizcaya). Compañeros y compañeras, muy mal debemos de estar haciendo las cosas para que a un compañero como a Eduardo Madina se le llamara fascista a la puerta de Ferraz».
Ilusionar a los votantes
Castejón, que quiso dejar claro que ella votó «a Pedro Sánchez», también dejó meridiano que «cuando se produce un conflicto en la interpretación de nuestros estatutos, tiene que ser la Comisión de Garantías la que lo resuelva. Es básico, y un partido centenario como el nuestro debía tener la seriedad de acatar sus propias reglas si queremos seguir gozando de respeto». Por ello, aseguró Castejón, «el comunicado que mandé junto a mis dos compañeras -Clavero y Moreno-, y que tanto revuelo ha causado, fue del todo acertado. No fue un alegato a favor de unos y en contra de otros; fue simplemente un grito en el desierto clamando sensatez. Fue un intento público después de algunos intentos privados».
Según la vicealcaldesa de Cartagena, «solo seremos capaces de sacar adelante un proyecto que vuelva a ilusionar a los votantes cuando personas que han discrepado en el pasado sean capaces de ponerse de acuerdo en el futuro. Es decir, cuando dejemos las vísceras aparte a la hora de construir un nuevo proyecto político». Asimismo, aseguró que «el partido ha entrado en una dinámica muy peligrosa de adjudicación de certificados de socialismo en función de la posición que adopte cada militante. ¿Quién tiene el criterio para decidir que un militante es más de izquierdas que otro? La amenaza política no consigue torcer la voluntad. Necesitamos cambiar esta cultura de partido», sentenció Castejón, que se llevó una buena salva de aplausos. También de la gerente.