El presunto yihadista detenido en Murcia ayudó a un compañero a viajar hasta Siria

La lucha antiterrorista volvió a sacudir ayer la Región. Los agentes del grupo de Información del Cuerpo Nacional de Policía de Madrid desembarcaron en la capital murciana, aún de madrugada, para sacar de la cama a Kamal T., un presunto yihadista marroquí acusado de ayudar a un compatriota a viajar a Siria para sumarse a las filas del Daesh -o Estado Islámico-. Nada en el comportamiento de este joven jornalero agrícola, de 26 años, había hecho saltar las alarmas en el vecindario del barrio murciano de Barriomar, donde se había ocultado las dos últimas semanas. Un entramado de plantas bajas y calles sin salida que se vio sobresaltado de madrugada por un imponente despliegue de agentes cubiertos con pasamontañas. Estos se marcharon, a primera hora de la mañana, cargados de documentos y con rumbo a la Audiencia Nacional. Está previsto que tanto Kamal T. como su supuesto colaborador declaren hoy ante el magistrado instructor.

Esta barriada murciana no fue la única en recibir ayer la visita de los agentes de Información de la Policía Nacional. De forma simultánea, los investigadores tomaron también una vivienda del popular barrio de las Delicias de Valladolid, donde se encontraba otro marroquí, Ali, de 32 años, que supuestamente había recibido ayuda de Kamal T. para viajar a Siria con la intención de someterse a un programa de entrenamiento con el Daesh y, acto seguido, regresar a Europa para cometer atentados. Este marroquí, tras un primer viaje frustrado al Califato, planeaba volver a la zona con la ayuda del otro arrestado en la operación de ayer en Murcia.

Según pudo saber 'La Verdad', solo hacía dos semanas que Kamal T. se había trasladado a la Región, al parecer, con la intención de trabajar como jornalero agrícola en el Campo de Cartagena. Antes, según explicaron sus compañeros de piso, había residido en Valladolid, donde, al parecer, compartió vivienda con el otro detenido, que también se ganaba la vida con trabajos en el campo.

Según informó el Ministerio del Interior, el arrestado en Valladolid había decidido integrarse en las filas del Daesh tras autorradicalizarse a través de internet accediendo a los contenidos propagandísticos e ideológicos que la organización terrorista difunde a través de su potente aparato de publicidad y comunicación, fórmula que le está siendo muy eficaz para adoctrinar y captar a candidatos por todo el mundo.

El yihadista ya había intentado entrar en el Califato con la ayuda del detenido en Murcia. La idea del Daesh era «someterle a un intenso entrenamiento de manejo de armas y explosivos, con el propósito de hacerlo retornar a Europa lo suficientemente instruido para acometer acciones terroristas de la forma más efectiva». El final de su viaje se produjo en la frontera turco-siria, donde la Policía lo detuvo. El marroquí regresó a España, pero con la idea de viajar de nuevo a Siria.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, hizo hincapié en Ávila en que el presunto yihadista marroquí detenido en Valladolid era una persona «muy peligrosa» que se había «autorradicalizado» a través de internet y de las redes sociales.

Según remarcó el Ministerio, los dos arrestados «compartían ideales yihadistas, lo que les llevaba a protegerse mutuamente» manteniendo en secreto sus actuaciones.

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