El también imputado Juan Francisco Cruz. :: nacho garcía/agm

El cuñado del expresidente niega que tratara con Galea la compra de unos terrenos

R. F. / J. A. G.

Jueves, 30 de junio 2016, 01:10

Como en tantos y tantos otros asuntos penales, solo la causalidad sirve para explicar algunas circunstancias llamativas. Si Rosario Valcárcel, la hija del expresidente de la Comunidad, acabó trabajando en un despacho de abogados de Sevilla del que el promotor Rafael Galea era el principal cliente -había una posibilidad entre miles de que eso ocurriera-, no menos sorprendente es lo que le ocurrió a su tío. Juan Francisco Cruz Alfaro, hermano de Rosario Cruz, la esposa de Ramón Luis Valcárcel, acabó haciéndose con el 40% de una sociedad promotora precisamente dos meses después de que la compañía Hansa Urbana, presidida por el mismo Rafael Galea, le hubiera vendido una parcela a un precio supuestamente muy bajo.

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Juan Francisco Cruz, quien ayer tuvo que declarar también como imputado por un supuesto cohecho, explicó que en 2004 -precisamente cuando se estaba recalificando Novo Carthago; otra casualidad- empezó a plantearse cambiar de trabajo y dejar la representación comercial de una joyería. Fue entonces cuando un amigo de toda la vida, José Alberto Meroño, le ofreció entrar en la empresa promotora que compartía con Juan Sánchez Carrillo, hermano del exconcejal de Urbanismo.

Cruz se hizo con el 40% de la sociedad por 4.800 euros, a pesar de que el valor de las propiedades que tenía esa firma era supuestamente muy superior. Él, sin embargo, ayer lo negó. «La sociedad lo que tenía era una deuda sobre los bienes», afirmó.

Lo cierto es que entró en la empresa dos meses después de que esta le hubiera comprado una finca a Rafael Galea a un presunto precio muy bajo. Algo que también rechazó. «Ese suelo tenía una orografía muy complicada y el coste del desmonte era muy importante». También señaló que no participó en las negociaciones para adquirir esos terrenos, como tampoco en las que se llevaron a cabo más tarde para comprarle -otra casualidad- una nueva finca a Hansa Urbana.

Diecisiete de las viviendas que construyeron se las compró en bloque Juan Gracia, uno de los grandes constructores de la Región. Cuando este las revendió, siete meses más tarde, perdió 450.000 euros en la operación.

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Al igual que antes había hecho su sobrina, Rosario, y Fulgencio, el esposo de esta, Juan Francisco Cruz se acogió a su derecho a no responder a las acusaciones particulares.

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