Pedro Sánchez pide cambiar el 'sorpasso' por la sorpresa de ganar al PP

El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, apeló ayer a los sentimientos en la penúltima cosecha de votos antes de las elecciones generales del domingo: Reivindicó la herencia de los gobiernos socialistas de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, recordó a los que lucharon por las libertades en la dictadura de Franco y a quienes se esforzaron por asentar a la recién nacida democracia durante la Transición.

Ha sido uno de los recursos argumentales del PSOE durante toda la campaña, y Pedro Sánchez lo exprimió ayer en Murcia, en un acto que reunió a unas 1.500 personas que llenaron el pabellón de San Basilio. Sánchez trató de despertar el sentido de pertenencia a su partido con el fin de movilizar a los antiguos votantes socialistas y recuperar a aquellos que puedan haberse decantado por la opción morada.

Los asistentes no se dejaron abatir por las altas temperaturas del recinto, que a la hora del inicio del mitin -seis de la tarde- era una sauna. Combatieron los calores con los abanicos de cartón repartidos por el partido y mantuvieron la animación durante todo el acto con gritos de «¡presidente!, ¡presidente!» y sonoros aplausos.

«El socialismo se lleva en el corazón, no se vende por catálogo», señaló Pedro Sánchez en referencia al programa electoral de Podemos. «Votar es un ejercicio de reivindicación», agregó. «El color del próximo gobierno dependerá de los votos del PSOE, de modo que el domingo no se quede nadie en casa, porque cuando España ha necesitado cambiar, ahí ha estado el PSOE», agregó.

Consciente de que las encuestas no le son favorables y de que el adelanto de la coalición Unidos Podemos es una posibilidad real, el candidato socialista pidió el voto a los murcianos para «dejar atrás el 'sorpasso' y dar la sorpresa ganando al PP».

En las primeras filas le escuchaban la plana mayor del PSOE murciano, alcaldes y veteranos dirigentes socialistas, como los expresidentes regionales Carlos Collado y María Antonia Martínez.

Las alusiones directas y específicas a la Región de Murcia y sus problemas fueron breves, casi de pasada. Aseguró que si llega a presidente «habrá un gobierno que apoye a Murcia, que regenere el Mar Menor, que construya el AVE y que sea soterrado».

España y Europa

A su espalda, en la pantalla gigante que cerraba el escenario, se alternaban las banderas de España y de la Unión Europea. Sin atril, con una camisa blanca remangada y pantalón vaquero, y con un micrófono portátil, Pedro Sánchez se desplazaba gesticulando de un lado a otro del escenario buscando la conexión directa con el auditorio.

«Seremos un gobierno que ponga fin a la corrupción con leyes que no solo lleven a la cárcel a los que meten la mano en la caja, sino también que les hagan devolver el dinero», indicó. Reiteró las promesas ya conocidas de derogación de la Lomce y de la reforma laboral, la aprobación de un nuevo estatuto de los trabajadores que recupere los derechos laborales, y también la restitución de los derechos de las familias que invirtieron en energía fotovoltaica.

Entre los presentes se encontraban, entre otros, el secretario general de UGT en la Región de Murcia, Antonio Jiménez; el presidente de Fecoam, Santiago Martínez, y el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), Miguel Ángel Martínez-Aroca.

No al 'Brexit'

No dejó pasar la oportunidad de referirse al último escándalo de las grabaciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. Acusó al Gobierno de Mariano Rajoy de utilizar las instituciones en favor de intereses partidistas y al Ministerio del Interior de «perseguir a los partidos por su ideología».

«Ni Mariano Rajoy ni Fernández Díaz van a dimitir, por eso os pido que con vuestro voto les hagamos dimitir en bloque el 26 de junio», señaló durante el mitin.

También aludió en su alocución al trascendental referéndum que el Reino Unido celebraba ayer sobre su salida o continuidad en la Unión Europea. «He hablado con el líder de los laboristas británicos para trasladarle mi apoyo para que sigan en la Unión Europea», dijo. Sánchez ensalzó las virtudes del club de los 28 países miembros. «La unión es un valor y la separación un problema», apuntó, y se comprometió a trabajar para «construir una España mejor en una Europa mejor», y a transformar «la unión de intereses en una unión de valores».

El líder socialista recurrió también a la ironía cuando hizo referencia a las «las importantes frases que Rajoy ha aportado a la política» en esta campaña. «Después de cuatro años dijo que había descubierto que en España hay españoles», señaló, para a continuación reprobar los incumplimientos de la presidencia de Rajoy. «No nos merecemos un presidente que tiene cartas escondidas, que dice que va a bajar los impuestos pero luego los sube y que amnistía a sus amigos. Mariano Rajoy es un presidente en B», comentó.

Dardos a Iglesias

El presidente de Podemos, Pablo Iglesias, también tuvo su correspondiente ración de dardos. «Es lógico que pida el voto para el cambio porque no ha hecho más que cambiar durante los dos últimos años, aunque al final votó con el PP en contra de un gobierno del PSOE», declaró.

Pidió al líder de la formación morada «que no manosee la socialdemocracia» y le reprochó su compromiso con los independentistas catalanes -«la izquierda es internacionalista, no independentista», sentenció- y también que ponga en duda el sistema sustentado por la Constitución de 1978. «Reniego de quienes hacen una lectura negativa de la democracia de 1978», apuntó, al tiempo que apeló a los presentes para no permitir que «dilapiden el legado de nuestros padres y madres».