El debate a cuatro no entró en los grandes desafíos que tiene pendientes la Región

En las más de dos horas que duró el primer debate entre cuatro candidatos de la historia de la democracia española hubo tiempo para abordar las siempre preocupantes tasas de paro, para enzarzarse en acusiones mutuas sobre la falta de pacto tras las elecciones del 20-D y para lanzarse a la cara los vergonzosos casos de corrupción política de uno y otro signo. Pero volvieron a quedarse en el tintero algunos de los temas que más preocupan a las comunidades autónomas y en concreto a la Región.

Los candidatos de PP, PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos, Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, respectivamente, entraron de lleno en el debate, el único de la campaña electoral del 26-J, en los asuntos que marcan la agenda nacional, como el empleo, las políticas económicas, los recortes y la corrupción política. No pisaron el barro, sin embargo, en otras cuestiones claves para la Región, como el agua, la financiación autonómica o las infraestructuras, que sin duda, marcarán el voto de los murcianos el próximo 26-J.

En el debate, organizado por la Academia de la Televisión, no hubo ocasión de escuchar las posturas de los principales partidos sobre los trasvases, la desalinización o la pertinencia de un pacto nacional del agua. Los millones de espectadores tampoco escucharon a los líderes de las formaciones que se repartirán el pastel el 26-J ahondar en el actual sistema de financiación autonómica y en la deuda histórica que arrastran algunas comunidades, como Murcia, o debatir sobre la idoneidad de seguir apostando por grandes infraestructuras, como el AVE o el Corredor Mediterráneo.

El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, sí encontró un hueco en su intervención en el plató para anunciar su intención de derogar el impuesto al sol -según el balance de la asociación nacional de productores de energía fotovoltaica (Anpier), afectó a 61.000 familias, 15.000 de la Región-y de potenciar las renovables.

El cabeza de lista del PP al Congreso por la Región, Teodoro García, aseguró que, pese a no abordarse directamente el tema de las infraestructuras, «quedó claro que algunos partidos van a recortar» estas partidas al dejar entrever en el debate «que las consideran gastos superfluos». García fue incluso más allá y advirtió de que «si el Gobierno cae en manos de este tripartito, o de Podemos o PSOE, puede ocurrir que se caigan las principales inversiones en Murcia».

El cabeza de lista de los populares hizo hincapié, además, en que «Rajoy es el único dispuesto a hablar claramente de agua» y recordó la apuesta por un plan nacional del agua que el líder del PP puso sobre la mesa durante su visita a Murcia el pasado sábado. García remarcó, en este punto, que «Iglesias ni se pronuncia sobre este aspecto porque pasa tanto de la Región que ni viene por aquí».

El secretario de Comunicación del PSRM y diputado en la Asamblea Regional, Emilio Ivars, reconoció que los temas regionales brillaron por su ausencia en este debate histórico y recalcó que es «muy difícil» que, en estos casos, se puedan abordar cuestiones más allá de las políticas nacionales. Destacó, no obstante, el guiño a las renovables que Sánchez coló en sus disputados minutos.

El portavoz parlamentario de Podemos, Óscar Urralburu, por su parte, aseguró que «el debate no estuvo a la altura de las circunstancias» y lo achacó la rigidez del formato utilizado. El líder de la formación morada lamentó que en la charla entre los candidatos no se abordaran cuestiones «que necesita este país», como las infraestructuras, la financiación autonómica o la solidaridad territorial.

El candidato de Ciudadanos al Congreso de los Diputados por Murcia Miguel Garaulet, reconoció que los líderes nacionales suelen rehuir este tipo de cuestiones. «Nosotros decimos lo mismo en León, aquí y en Bilbao y eso a veces nos perjudica», señaló. «Rajoy, en cambio, en función del sitio donde está dice un mensaje diferente y en el caso de Pedro Sánchez, cada uno de sus barones hace y deshace como le parece conveniente». El candidato de C's hizo hincapié, además, en que Iglesias «depende muchísimo de la postura de En Comú Podem y En Mareas» y recalcó que «nosotros hablamos con total libertad».

PSOE y Podemos, enfrentados

Entrando de lleno en el desarrollo del debate a cuatro, García subrayó que «quedaron claras cuáles eran las prioridades de cada uno: de PSOE, C's y Podemos, acabar con Rajoy y de Rajoy, acabar con el paro». El cabeza de lista del PP por la Región hizo hincapié en que «más allá de frases vacías y lugares comunes, porque escuché mucha demagogia, se encontraba el presidente Rajoy que conoce la realidad de las cosas».

Ivars arremetió con especial dureza contra el líder de Podemos asegurando que el debate destapó «la farsa de Iglesias» y logró que «la cara de buen chico que pone saltara», remarcando que «no hemos tenido gobierno porque no ha querido».

Garaulet destacó que, frente a unos candidatos empeñados en «echarse las culpas», Rivera se postuló como «un presidente abierto, con ganas de cambio y de efectuar reformas para cambiar a mejor». El cabeza de lista de Unidos Podemos al Congreso, Javier Sánchez, recalcó que «pudimos ver a Pablo Iglesias hablando claro, de forma directa y sencilla frente al marketing, los intentos de embarrar y la falta de claridad de algunos, que incluso parecían confundidos respecto a su adversario».