El acusado de abusar de dos niñas en Barriomar recupera la libertad

La instructora permite al presunto pederasta salir de prisión, pero le obliga a acudir al juzgado cada semana y a no acercarse a las víctimas

Alicia Negre

Jueves, 26 de mayo 2016, 02:14

El presunto pederasta que ingresó en prisión, a finales del pasado mes, por presuntos abusos sexuales a dos niñas en la barriada murciana de Barriomar ya está en libertad. La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia permitió el pasado martes que José V., de 43 años, abandonase la prisión con la obligación de comparecer cada semana ante el juzgado. En un auto, al que ha tenido acceso 'La Verdad', la instructora le recuerda, además, su obligación de no acercarse ni comunicarse de ningún modo (ni siquiera a través de gestos) con las dos pequeñas a las que presuntamente sometió a tocamientos y sexo oral. En caso de incumplir alguna de estas obligaciones, le recuerda la magistrada, se acordará inmediatamente su reingreso en prisión provisional.

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La puesta en libertad del presunto pederasta de Barriomar se produce apenas un mes después de que se produjese la denuncia y José V. fuese arrestado. La juez estima la solicitud realizada días antes por su letrado defensor, Raúl Pardo-Geijo Ruiz.

Golosinas como señuelo

Fue la abuela de una de las niñas, y madre de la otra, la que dio la voz de alarma después de que una pequeña, de cinco años, le relatase la agresión de la que había sido víctima. Los hechos ocurrieron el 18 de abril en dicho barrio.

Al parecer, la niña refirió que el acusado, al que conoce del vecindario, la invitó a entrar en su vivienda para darle unas golosinas y, una vez dentro, la desnudó, se bajó los pantalones y la obligó a tener sexo oral. La abuela de la pequeña explicó, además, a los agentes que, a raíz de estos hechos, recordó que meses atrás había advertido manchas de sangre en la ropa interior de su propia hija, de nueve años. Al preguntarle sobre aquello, explicó la mujer, la niña le confesó que también en ese caso había sido su vecino, José V., el que supuestamente la había sometido a abusos sexuales, aunque no se lo contó en su momento por miedo.

El procesado negó haber realizado tocamientos a las menores y haber obligado a una de ellas a tener sexo oral. El arrestado aseguró que no se llevó a la niña a su casa, que fue esta la que acudió en busca de golosinas y que su hijo estuvo delante en todo momento. «Nunca me he quedado solo con la niña», recalcó. La juez instructora sostuvo, no obstante, en el auto en el que ordenó su encierro, que «hay indicios suficientes para a priori imputarle» esos dos delitos de abuso sexual.

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