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Alicia Negre
Martes, 8 de marzo 2016, 17:08
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Diego M.M., el joven acusado de ayudar a un amigo, Richard P. C., a violar a una chica en Jumilla, aprovechó esta mañana su derecho a la última palabra para tratar de convencer al tribunal de que el miedo lo paralizó. Su colaboración en la agresión sexual se produjo supuestamente después de que éste le amenazase con atacarle con un arma blanca. "Yo sería incapaz de forzar a una mujer", remarcó. "He actuado bajo presión y miedo porque conozco esta persona y sé de lo que es capaz".
Richard P. C. retó, sin embargo, a su compañero de banquillo a demostrar que su acusación es cierta. "Si es verdad que he amenazado a mi colega, ¿por qué siguió de fiesta aquella noche conmigo?", señaló. "No se habría quedado conmigo a beber". El juicio ha quedado ya pendiente de sentencia.
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