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Agentes de la Benemérita, ayer, en el paraje de Villa Vieja, analizando la segunda esfera.
«No podemos saber si tiene origen espacial o terrestre»

«No podemos saber si tiene origen espacial o terrestre»

El portavoz de la Agencia Espacial Europea asegura que la basura espacial no suele «sobrevivir» a una reentrada en la atmósfera y el regidor reconoce que buscan más esferas

J. G. BADÍA / A. NEGRE

Martes, 10 de noviembre 2015, 00:49

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«Vimos un conjunto de bolas de fuego. Eran siete u ocho». Es lo que afirman con vehemencia los dos vecinos de Calasparra que supuestamente podrían aclarar las causas por las que han sido localizadas dos supuestas esferas espaciales en la misma semana y con una distancia entre sí de solo 12 kilómetros. La primera la encontraron dos pastores, el pasado martes, en el paraje de Los Llanos del Cagitán de Mula. Ese día, estos vecinos iban andando como cada mañana por el paraje de Las Cumbres, cuando, a las 7 horas, esas supuestas bolas envueltas en llamas «pasaron por encima de nosotros. No hemos visto nada igual jamás».

Las pudieron observar surcando el cielo apenas siete segundos. «Sentimos un poco de miedo, porque no sabíamos qué podían ser ni dónde iban a caer». Después de perderlas de vista escucharon un estruendo. «Cayeron sobre el Cagitán y las zonas adyacentes», detallan estos calasparreños que no quieren desvelar sus identidades por el revuelo mediático que sacude estos días el municipio.

Su visión de un conjunto de bolas surcando el cielo justificaría que solo cinco días después, el pasado domingo, fuese localizada otra esfera por el dueño de una finca del paraje de Villa Vieja en Calasparra. De hecho, el alcalde, José Vélez, aseguró ayer que «hay alguna más» y explicó que «son varios los ciudadanos que aseguran haber visto caer varios objetos encendidos en fuego el 3 de noviembre, cuando apareció la primera de las bolas».

Desde la Agencia Espacial Europea (ESA), el responsable de la Oficina de Comunicación en España y Portugal, Emmet Fletcher, sin embargo, recordó ayer que «la cantidad de basura espacial que sobrevive a una reentrada en la atmósfera de la tierra es muy, pero que muy baja». Dado que la mayoría de la superficie de la tierra es mar u océano, precisó, «es muy poco probable que sea detectado por el hombre». Los objetos que sobreviven a una entrada, explicó, «son normalmente de baja densidad y mucho volumen. Esto es una característica de los pequeños tanques, por ejemplo».

Fletcher reconoció que en la agencia «no tenemos datos de cuántos objetos procedentes del espacio han caído en territorio nacional», y precisó que «esto es un asunto para las autoridades españolas». Preguntado sobre qué posibilidades hay de que dos esferas procedentes del espacio caigan en la misma comunidad, advirtió de que «sin tener confirmación por las autoridades sobre el origen de los objetos, es difícil especular sobre las posibilidades».

En cuanto, a los riesgos para el medio ambiente que puedan entrañar estos objetos, el portavoz de la ESA explicó que «casi siempre, los objetos de basura espacial son inocuos». Aun así, remarcó, «es lógico aplicar el sentido común para reducir cualquier riesgo posible hasta que el estado del objeto haya sido averiguado». Tras visionar las fotos de las dos esferas, concluyó que no se puede establecer una procedencia y relación entre ambas: «Solo mirando estas imágenes, no podemos saber si tienen un origen espacial o terrestre».

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