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Laderas del Cañón de Almadenes, en Cieza, ayer, arrasadas por el incendio.
Las heridas del fuego en Almadenes

Las heridas del fuego en Almadenes

La Comunidad analiza los daños de las sierras de Cieza y Lorca para presentar en un mes los planes de regeneración

Alicia Negre

Martes, 11 de agosto 2015, 01:06

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No hay tiempo que perder. La Comunidad Autónoma prevé entrar a valorar esta misma semana las heridas que el fuego dejó en las sierras del Almirez, en Lorca, y de La Palera-Serreta y Almorchón, en la zona de Cieza y Calasparra. Tras los primeros análisis, el Ejecutivo regional rebajó ayer la cifra de hectáreas afectadas de 750 a 354 y ya comienza a esbozar los informes sobre los perjuicios que las llamas dejaron en estos parajes naturales, algunos de ellos de especial protección.

La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, avanzó ayer que la próxima semana se comenzará a preparar el borrador de estrategia de recuperación y seguimiento y que en septiembre se presentará a los municipios el plan de actuaciones para la regeneración de las sierras.

Martínez-Cachá ofreció ayer un balance de los incendios que durante días mantuvieron en vilo a la Región. El fuego en la sierra del Almorchón quedó extinguido a primera hora de ayer y el resto de los fuegos de Cieza, a última hora de la tarde. Solo queda por extinguir el de Lorca. La consejera de Medio Ambiente compareció acompañada de su homóloga de Presidencia, María Dolores Pagán, y de los alcaldes de Lorca, Francisco Jódar; Cieza, Pascual Lucas; y Calasparra, José Vélez. «Desde el primer minuto estamos trabajando con un objetivo claro: la regeneración de la zona», recalcó Martínez-Cachá. «El dispositivo de emergencias ha actuado con rapidez, eficiencia y eficacia y ha sido clave para evitar que el fuego se extendiera, ya que se trataba de zonas de difícil acceso y con condiciones climatológicas adversas que hicieron que se reavivaran las llamas en la zona de Cieza el viernes».

Un hábitat para rapaces

La consejera lamentó que tanto en Lorca como en Cieza se hayan visto afectadas zonas LIC (Lugares de Importancia Comunitaria) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). En el caso de Cieza, el fuego dejó un saldo de 217 hectáreas dañadas en la sierra de La Palera, 3,15 hectáreas en la sierra de La Serreta, 48,24 hectáreas en la sierra del Almorchón y 38 en El Mulatón o Alto de Almadenes. En estos espacios se encuentran especies como el pino carrasco y hábitats de las riberas fluviales de los ríos Segura y Benamor con bosque de ribera mixto, zarzal, cañaveral y tarayal, alamedas, saucedas, fresnos y olmos. Es, además, un área donde habitan aves rapaces, como el águila real, el halcón peregrino y el búho real.

Según explicó Martínez-Cachá, en esta zona se contempla un plan de recuperación que incluye la retirada de madera quemada y la consolidación de suelos, a la espera de ver cómo evoluciona la sierra en cuanto a su regeneración natural. De acuerdo a esa valoración se estudiará el comienzo de los trabajos de las nuevas plantaciones.

La Comunidad prepara un plan distinto para el Cañón de Almadenes, reserva natural de la Red Natura 2000. El fuego, según el informe técnico de la Unidad de Defensa Contra Incendios Forestales (UDIF) de la Consejería, afectó a las laderas interiores, con superficies más o menos continuas de espartal y pinar claro calcinadas, sin que se haya visto afectada la vegetación de ribera, más cercana al río. Las laderas más afectadas fueron las más abiertas del comienzo del cañón, aguas arriba, mientras que en las zonas con más pendiente la afección fue mucho menor, disminuyendo conforme se acerca a la presa de La Mulata.

«Desde que se detectó el incendio en Cieza la protección del Cañón de Almadenes ha sido prioritaria», recalcó Martínez-Cachá. «El dispositivo de extinción realizó todos los esfuerzos posibles para que la afección fuese la menor posible dentro de las difíciles condiciones de este incendio forestal y las propias para los medios de extinción en el interior de un cañón abrupto y de difícil transitabilidad. Con todos estos medios se ha conseguido que el importante valor de su vegetación de ribera haya quedado intacto».

Los agentes medioambientales trabajan en la zona del cañón desde la mañana del sábado en el perímetro del incendio. Su labor se centró, sobre todo, en levantar capas del terreno para recoger la máxima información y comenzar con la evaluación. Los trabajos de regeneración en este espacio consistirán en la elaboración de un plan a corto plazo con sectorización de ecosistemas y seguimiento y control de las actuaciones.

Hay especies como el espartizal, con gran capacidad de regeneración, por lo que se prevé que comiencen a rebrotar antes de primavera. El matorral se regenera de forma natural en un corto periodo. Más difícil será la recuperación de los pinos de las laderas del Cañón, ya que al tratarse de suelos muy rocosos se dificulta la replantación. La recuperación de los sabinares también es más lenta. En las laderas se trabajará con la Confederación Hidrográfica del Segura para evaluar el momento en el que se deben retirar los troncos de los árboles quemados.

En el caso de Lorca, el fuego afectó a 228 hectáreas, 210 de bosque mediterráneo, en la sierra del Almirez, que es de titularidad municipal. La propuesta de recuperación incluirá la retirada de madera quemada, así como de los pies muertos, para evitar un posible ataque de la plaga del barrenillo que afecta a árboles debilitados. También se consolidarán los suelos para evitar la erosión de la zona.

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