Tejerina no aclara si bajará el precio de la desalinización y si garantiza agua en octubre

El presidente Pedro Antonio Sánchez expuso ayer a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, la «inquietud y preocupación» del sector agrario ante la falta de agua y las consecuencias a partir de octubre al no estar garantizado el suministro para los regadíos. Se ignora la respuesta que dio la ministra y las medidas que aplicará para un problema acuciante sobre el que la Mesa del Agua exige soluciones este mismo mes.

El jefe del Ejecutivo regional pidió «avanzar y poner en marcha los cambios legislativos que hagan posible un precio del agua desalada que sea asequible y homogéneo para los regantes». Aseguró que el coste actual «es inasumible por parte de los agricultores», indicó el Gobierno regional en un comunicado. Se desconoce en qué fase están los estudios del Ministerio, tras la promesa que hizo Rajoy hace nueve meses, y qué tarifas se pueden aplicar.

Sánchez afirmó asimismo que el Ministerio continúa avanzando en la tramitación de los contratos de cesión de derechos y solicitó que «se estudie la posibilidad de ampliar la compraventa de agua a otras cuencas». En el encuentro se abordó, además, cómo se está desarrollando el decreto de sequía, que, según dijo el presidente murciano, «es un apoyo fundamental que está ejecutando el Ministerio y que va a permitir que este verano haya disponibilidad de recursos». Sánchez pidió celeridad en la planificación hidrológica nacional para garantizar «en todos los territorios el agua de una forma justa y equitativa».

El Gobierno regional se empapará hoy con las reivindicaciones del sector. El presidente Sánchez recibirá a representantes del sector agroalimentario que integran la Mesa del Agua. Posteriormente, la consejera Adela Martínez-Cachá asistirá a la Junta de Gobierno del Sindicato Regantes del Trasvase.

El Ministerio ha adjudicado por 20 millones de euros los trabajos de emergencia para la conducción que llevará el agua de la desalinizadora Águilas-Guadalentín a los regadíos de Lorca y Totana. Las obras «comenzarán de inmediato», según la CHS. La financiación de este proyecto se ha incluido en el decreto de sequía, ya que los regantes llevaban más de dos años esperando, con la particularidad de que compraron el agua a Acuamed pero no podía recibirla por falta de conducciones.