Un perito de la 'operación Lienzo' dice que la falsedad de las obras saltaba a la vista
El experto asegura ante el juez que dos cuadros atribuidos a Sánchez Picazo son falsos y que el engaño era evidente
EFE
Miércoles, 24 de junio 2015, 01:40
El perito Francisco Eduardo López, que hizo un informe sobre dos obras de Sánchez Picazo, aseguró al declarar en el juzgado que investiga la 'operación Lienzo', por presunta falsificación de cuadros de pintores murcianos de los siglos XIX y XX, que solo con mirarlos se sabía que no eran auténticos. Este experto añadió que para llegar a esa conclusión no habría hecho falta acudir a ningún estudio pormenorizado de estas obras, que le fueron entregadas por la Guardia Civil para que informara sobre su discutida autenticidad.
A preguntas del abogado Raúl Pardo-Geijo Ruiz, defensor de Martín Páez, exdirector del Centro de Arte Palacio Almudí, del Ayuntamiento de Murcia, al que también se investiga por estos hechos, contestó que aunque realizó un análisis ultravioleta no lo incluyó en su informe «porque no era concluyente para determinar la falsedad». Negó que hubiera usado elementos subjetivos en su informe, aunque a preguntas del mismo abogado acabó reconociendo que el término «gracioso» que utilizó para referirse a una tonalidad de los cuadros, «sí que es algo más subjetivo».
Más de 400 falsificaciones
En otro momento de su declaración, el perito Francisco Eduardo López señaló que la firma que aparece en las obras analizadas no es de Sánchez Picazo, no pudiéndose precisar si es contemporánea de la ejecución de las mismas.
La investigación de la Guardia Civil por la presunta falsificación de obras de pintores murcianos del siglo XIX, entre los que se encuentran Ramón Gaya y Sánchez Picazo, estima la existencia de más de 400 cuadros «cuya autoría genera dudas». Así se recoge en un atestado entregado en el juzgado de Instrucción de Murcia que dirige la conocida como 'operación Lienzo'.
El atestado añade que los precios por los que salieron a la venta alguna de estas obras en distintas salas de subastas llegaban hasta los 9.000 euros. Para el instituto armado, esta introducción en el mercado de arte de obras supuestamente falsificadas fue llevada a cabo por una «presunta organización» de la que formarían parte el marchante Alfonso Ortega -el único imputado- y otras personas, entre ellas, un licenciado en Historia del Arte. Las diligencias judiciales contienen también el informe realizado por este experto sobre dos de las obras incautadas.