La crisis disparó la economía sumergida por encima del 26% del PIB regional

Un informe de Gestha sitúa a Murcia como la séptima autonomía con más dinero oculto, al sumar 7.005 millones de euros

LA VERDAD

Lunes, 23 de febrero 2015, 12:09

La economía sumergida en la Región de Murcia suma y sigue. Su tamaño aumentó durante la crisis hasta situarse en el 26,3% de su Producto Interior Bruto (PIB), según los últimos datos. Esto supone más de 7.005 millones de euros ocultos, atendiendo a los datos del informe 'La economía sumergida pasa factura. El avance del fraude en España durante la crisis', presentado esta semana por los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) y dirigido por el profesor Jordi Sardà de la Universitat Rovira i Virgili.

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El estudio indica que la tasa de economía sumergida murciana se sitúa dos puntos por encima de la media nacional, que se calcula en el 24,6%, superando los 253.000 millones de euros. La Región es la séptima autonomía del país que más dinero negro mueve, ya que según Gestha, la economía sumergida de Mucia ha crecido «de forma constante de 2008 a 2012». El informe revela que el volumen de la actividad económica en negro aumentó en España una media de 15.000 millones de euros anuales desde el inicio de la crisis, en 2008, cuando la tasa de economía sumergida se situó en el 17,8% del PIB.

Sin embargo, en 2009, considerado como el momento más duro de la recesión, el dinero oculto se disparó en más de 27.000 millones de euros, tanto como los dos ejercicios siguientes juntos.

Este importante incremento se debió en gran medida al efecto «arrastre» provocado por el 'boom' inmobiliario, indican los autores del documento, ya que en los años previos logró crear una gran dependencia de la economía española ligada a este sector y que fue imposible de cortar por lo sano en los primeros momentos de la crisis económica y financiera. Al 'tsunami' del ladrillo, que se vivió con especial intensidad en la Región, le siguieron otras causas que influyeron de modo decisivo en el aumento del fraude, como el espectacular repunte del paro, cuya tasa se triplicó hasta el 26% en 2012.

El documento también alerta de que en España existe «un grave problema de moralidad con el pago de impuestos, lo que complica aún más la equiparación de nuestro nivel de fraude al de otros países europeos donde la cultura del fraude no está tan enraizada».

Uno de los puntos fuertes que caracterizan este estudio es que analiza el impacto de la economía sumergida por comunidades autónomas y provincias. Así, el mayor aumento del fraude se registró en las autonomías más castigadas por el colapso del ladrillo y el desempleo, como fue parte del Levante español así como de Castilla-La Mancha, Extremadura y Canarias.

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La crisis también ha ensanchado la brecha de la economía sumergida entre provincias, que ha pasado de un máximo de 7,3 puntos entre la que más fraude tenía y la que menos, a principios del 2000, hasta situarse en 15,1 puntos en 2012.

Esto demuestra, según el informe, «que la época de vacas flacas ha golpeado a cada territorio según su estructura económica, más débil cuanto menos industrializada y carente de inversión empresarial».

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En esta línea, se pone de manifiesto que hay zonas geográficas en las que la economía sumergida es un mal endémico. «Es el caso de las provincias de Ávila, Albacete, Ourense y Toledo, todas ellas de interior y menos dinámicas. En el lado contrario se sitúan Madrid, Tarragona, Lleida, Barcelona, Zaragoza y La Rioja.

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