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Situación insostenible

la verdad

Miércoles, 24 de septiembre 2014, 09:59

Bascuñana sigue imputado y protagoniza un bochornoso incidente con la Guardia Civil

En países occidentales con larga tradición democrática, la situación política que atraviesa el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, sería insostenible y habría culminado con una destitución inmediata, sin menoscabo de la presunción de inocencia que le asiste como a cualquier ciudadano. Ayer, los tres magistrados que componen la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia rechazaron el recurso presentado por la defensa del delegado del Gobierno y mantuvieron su imputación en el caso Novo Carthago, donde se le atribuyen hechos «que pueden revestir, provisionalmente, caracteres de un delito de prevaricación». El contundente auto judicial, del que es ponente el presidente del TSJ, Juan Martínez Moya, recalca que Bascuñana «se instaló en el estatus de imputado al acogerse a su derecho a no declarar» cuando fue citado hace unos meses por el juez Manuel Abadía. El caso de Joaquín Bascuñana ya adquiría entonces una especial gravedad porque, a diferencia de otros imputados por el mismo caso, por su condición de delegado del Gobierno es el responsable político de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que, por mandato judicial, están obligados a investigar su posible participación en presuntos hechos delictivos. Su negativa a declarar ante el juez ya causó estupor incluso entre sus propias filas porque, si bien es un derecho que le asiste como al resto de sospechosos de haber cometido un delito, es díficilmente compatible con una de las principales responsabilidades políticas de su cargo: colaborar con la Justicia para garantizar la persecución de los delitos y el mantenimiento de la ley. Para colmo de despropósitos, el delegado del Gobierno acaba también de ser protagonista de un bochornoso incidente con la Guardia Civil, que en un informe interno señala que se negó a identificarse con su DNI cuando se le requirió por un agente en un control de alcoholemia situado en una de las vías que unen Murcia y Molina de Segura, de donde volvía en la madrugada del domingo, tras pasar unas horas en las fiestas que se celebraban en esta última localidad. Los chuscos detalles del informe elaborado por los agentes de la Benemérita producen auténtico sonrojo, aunque tampoco ha sido posible para este periódico conocer su versión de los hechos con el fin de informar a sus lectores. Bascuñana rechaza declarar ante un juez del Tribunal Superior de Justificia, a identificarse ante agentes de la autoridad en un control policial y a responder a las preguntas de los medios de comunicación. Y, a la vista está, también se niega a asumir cualquier responsabilidad política.

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