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La agricultura ecológica da frutos

La agricultura ecológica da frutos

Almendros, viñedo, arroz y legumbres son los principales cultivos, y el Altiplano la comarca que más apuesta por las prácticas sostenibles. La superficie dedicada a explotaciones 'verdes' crece un 66% durante la última década

MIGUEL ÁNGEL RUIZ

Lunes, 14 de julio 2014, 10:45

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Cada vez son más los consumidores que se lo piensan a la hora de morder una manzana o escoger la lechuga que comerán en su ensalada: comprar frutas y verduras producidas de manera respetuosa con el medio ambiente es una tendencia en alza, algo que se refleja en el aumento de la superficie dedicada a la agricultura ecológica, que en la Región ha crecido un 66% en la última década: si en el año 2003 había 20.582 hectáreas en las que se cultivaba de forma sostenible -básicamente, sin el uso de productos químicos de síntesis-, en 2013 ya se alcanzaba las 61.197 hectáreas certificadas por el Consejo de Agricultura Ecológica (CAERM).

Una transformación modesta pero continuada del modelo agroalimentario regional, en opinión del presidente de este organismo regulador que depende de la Consejería de Agricultura y Agua, David Samper: «Se está consolidando el crecimiento de un sector que, sin embargo, todavía tiene un gran potencial que explotar. La evolución de la agricultura ecológica en la Región mantiene una tendencia positiva desde hace años, cada día son más los operadores que se dan de alta, lo que también pone de manifiesto su papel como fuente de autoempleo», destaca este experto.

Tomillo y romero

La agricultura es el campo de acción predominante -fundamentalmente la elaboración y conservación de frutas y hortalizas-, y los principales cultivos, los frutos secos, herbáceos -entre los que se encuentran los cereales, el arroz y las leguminosas- y viñedo. Le siguen, por número de hectáreas, las superficies dedicadas al olivar, las hortalizas, la recolección silvestre y los pastos, los cítricos, los frutales, las plantas aromáticas -como tomillo y romero- y los semilleros y viveros. «La evolución más notable es la de la superficie para la recolección silvestre y los pastos, que ha aumentando un 65% en la última década, seguida por la de los cítricos, con un incremento del 7%. Estos son los tipos de cultivos que más crecieron el año pasado con respecto al ejercicio de 2012», añaden fuentes de CAERM.

La superficie dedicada a la agricultura convencional, sin embargo, experimentó un retroceso, ligero pero sostenido, desde 2004 hasta 2012, aunque repuntó en 2013 y actualmente es de 306.858 hectáreas -32.000 menos que hace diez años-.

Pero no todo son frutas y verduras: el consejo ha certificado durante los últimos años las buenas prácticas de una explotación de apicultura y de tres ganaderías ecológicas que también elaboran sus propios embutidos y salazones.

Los operadores 'verdes' de la Región -tanto en agricultura y ganadería como en productos elaborados- ya son 2.250, con un aumento acumulado del 71% en los últimos diez años. El Altiplano es la comarca donde más profesionales apuestan por las técnicas respetuosas con el medio ambiente y el producto final, ya que cuenta con el 33% de las explotaciones ecológicas de la Comunidad Autónoma. Le siguen el Noroeste (23%), el Valle del Guadalentín (21%), el Río Mula (13%), la Vega del Segura (6%) y el Campo de Cartagena (4%).

Son números que aún quedan lejos de otras comunidades autónomas, pero que confirman una tendencia de consumo y trabajo en el campo en busca de productos más auténticos y sabrosos y de variedades locales que refuerzan la identificación del comprador y el agricultor con su tierra.

España lidera la producción de agricultura ecológica en Europa: en Andalucía hay ya en cultivo casi un millón de hectáreas, seguida de Castilla-La Mancha (más de 300.000), Cataluña (casi 100.000) y Extremadura (unas 95.000). La comunidad donde más rápido se implanta esta modalidad es Navarra, donde en tan solo dos años -de 2010 a 2012- se pasó de 30.270 hectáreas a 73.432.

David Samper rechaza la consideración de la agricultura ecológica como una modalidad complementaria, romántica o marginal, y aduce motivos de «estrategia y rentabilidad. La agricultura ecológica genera entre un 20% y un 30% más de empleo. Además, en el último año la exportación se incrementó alrededor de un 5%», informa. Más motivos para aportar por las técnicas sostenibles: «En países como Alemania, principal destino de nuestros alimentos, el 57% de los consumidores compran habitualmente frutas y verduras ecológicas». Con estos datos en la mano, lo ve claro: «Tenemos clientes, tenemos negocio».

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