Los talleres advierten de que los daños en los coches pueden ser muy graves

La gasolina que se le suministra a un coche es como el alimento que cada día se lleva usted a la boca. Si es equilibrado y de calidad, su cuerpo posiblemente responderá mejor y se sentirá más ágil. El problema vendrá, sin embargo, si opta por unos nutrientes de más bajo nivel. Con esta metáfora tan clara explica David López Fernández, mecánico y electricista del Taller Hermanos Peñaranda -situado en la pedanía murciana de Cabezo de Torres- la importancia de elegir un buen combustible. «Si la gasolinera es mala, el coche tirará más humo, le costará arrancar y hasta puede llegar a romper el motor».

López lleva prácticamente toda su vida entre las paredes de un taller de reparación de automóviles. Su padre ya dirigía uno y los vehículos esconden ya pocos secretos para él. Con esa experiencia a sus espaldas, no duda en afirmar que, en la compra del combustible, lo barato sale caro. «Será a corto o a más largo plazo, pero termina pasando factura». Para este mecánico es complicado diferenciar cuándo se trata de un gasóleo de calidad y cuándo no, pero asegura que existen algunos trucos. «Nosotros algunas veces hemos detectado cuándo se le echa un aditivo, que se utiliza en el ámbito agrícola porque es de otro color», explica. También han solicitado, en ocasiones, análisis para comprobar si un determinado combustible estaba detrás de los daños sufridos por un automóvil.

Francisco Hernández, presidente del Gremio Regional de Talleres de Reparación de Vehículos (Gretamur), explica que los daños que puede causar un mal combustible son diferentes en función del vehículo. «Si es diesel, los daños son más graves y costosos», recalca, «y pueden obligar incluso a cambiar el depósito o las tuberías del combustible».

Hernández asegura que los automovilistas pueden notar que están utilizando un combustible de mala calidad o adulterado por algunos indicadores, pero reconoce que es complicado asociar los daños del vehículo a ese aspecto concreto. «Se nota que el vehículo no tiene su alegría, que le cuesta más arrancar o que incluso se para», explica. En ese sentido, Hernández señala que es posible analizar el automóvil para comprobar si sufre una avería derivada del gasóleo, pero recalca que este paso se debe dar siempre en talleres oficiales. «Si no se acude al especialista, se puede alargar», subraya. «Ese es el problema».

El presidente de Gretamur reconoce que cada vez son más los ciudadanos que optan por buscar el combustible más económico y hace un llamamiento a la precaución. «Hay que ir siempre a los sitios recomendados», recalca, «porque nadie da duros por pesetas».