Octavio Paz, el poeta mujeriego que ganó un Nobel

Hace 100 años que Octavio Paz nació y Google decide honrar su memoria con uno de sus famosos doodle. El escritor mexicano murió en 1998 pero su obra, sus ideas y su filosofía sigue siendo un referente en la sociedad mexicana. Fernando Savater definió su obra cumbre, 'El laberinto de la soledad', como un "ejercicio de reflexión sobre las rareras y costumbres del difícil oficio de ser mexicano".

Muchos de los actos que estaban preparados para celebrar el siglo de historia de Octavio Paz se han visto empañados por la muerte de su única hija, Helena Paz, que se marchó del mundo de los vivos el pasado sábado. Durante muchos años, la relación entre Octavio Paz y su hija fue nula, ella acusaba al poeta de haberle abandonado cuando era pequeña para vivir su vida al lado de otras mujeres.

Aunque años más tarde, poco antes de que Octavio Paz ganara el Premio Nobel de Literatura (1990), Helena Paz y el escritor limaron sus asperezas, poco se equivocaba la joven en cuanto a la opinión que tenía de su padre. Octavio Paz se casó con Elena Garro en 1938, fruto de ese matrimonio nació Laura Helena en 1950, sin embargo, cuando la pequeña contaba con sólo nueve años, vio como la relación de sus padres se rompía y Octavio Paz se marchaba del núcleo familiar.

Justo entonces, en 1959, Octavio Paz comenzaba una relación sentimental con la pintora Bona Tibertelli de Pisis a muchos kilómetros de distancia, en París. Con este segundo amor, el poeta convivió hasta 1965, mientras tanto, el ganador del Premio Nobel tenía que viajar a India, donde fue embajador hasta 1968.

Un año antes de que concluyera la reción con Bona Tibertelli, Octavio Paz conoció a la francesa Marie José Tramini. Un año después de terminar la relación con la pintora, se casó con Tramini y el matrimonio duró hasta la muerte del escritor. Helena Paz dijo que esta segunda mujer y tercer amor de Octavio Paz la odiaba a pesar de haber convivido con ella.

La herencia de los bienes tangibles de Octavio Paz quedó dividida entre su viuda y su hija. Sin embargo, la herencia intelectual del Premio Nobel causó gran polémica y discusión entre Tramini y el presidente de la Fundación Paz (en nombre del poeta), Guillermo Sheridan. Posteriormente a la muerte del protagonista del doodle de Google, muchos poetas decidieron no seguir sus pasos y dejar bien anclado el dominio de su obra.

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