Un Halloween de siete días

No se resista. Halloween, la fiesta importada de Estados Unidos, ha llegado para aferrarse al calendario patrio. La oferta para celebrar la noche de las brujas, de orígenes celtas y popularizada por la cultura yanki, crece como la espuma en la Región, y pone el contrapunto al día de los difuntos, que por estas tierras se recuerda con menos alegrías. Como este año Halloween (la noche del 31 de octubre) cae justo en el ecuador de la próxima semana, las celebraciones arrancan ya mañana para prolongarse durante siete días. He aquí una guía para echarse a temblar de miedo.

Los parques temáticos han visto un filón en Halloween y tratan de atraer clientela con espectáculos especiales. Ambientado por la ocasión, Terra Natura (teléfono 902 505 560), en Murcia, ha organizado un safari nocturno para la noche más terrorífica, con el que recorrer el parque zoológico y llevarse algún sobresalto. En Benidorm, Terra Mítica se ha llenado de calabazas, telarañas y esqueletos, y ha preparado atracciones de espanto, como un pasaje del terror inspirado en la leyenda de la maldición de la momia. Un barco fantasma recorrerá el lago central y los visitantes se tropezarán con los cavatumbas y su carro cargado de ataúdes. ¿Quiere que le corten un traje de pino a medida? Los niños disfrutarán de un taller en el que podrán confeccionar con sus propias manos las cestas con las que después pedir caramelos, casa por casa, entonando la coletilla del truco o trato.

Lorca muestra una de las ofertas más completas para los amantes de las emociones fuertes (www.nochedebrujas.es). Dos escenarios acogen otros tantos espectáculos que dan canguelo, de la mano de los actores de la compañía del Teatro Guerra. En el castillo, desde el sábado y hasta el miércoles, se ha programado el espectáculo La prometida del diablo, una historia que arranca con la misteriosa muerte de unos caballeros. Hay sesiones para adultos (los días 26, 27 y 31, en horario nocturno) e infantiles (28 y 31, por la mañana). En el palacete del Huerto Ruano (avenida Juan Carlos I) se pondrá en escena, desde mañana y hasta el día 1 de noviembre, La leyenda de la casa encantada, una especie de pasaje del terror. Los organizadores no quieren dar más detalles, para que el público tenga el susto garantizado. También hay previstas sesiones para adultos y para familias. Los días 28 (12 horas) y 31 (18.30 horas) los niños podrán divertirse con una fiesta de brujas, con cuentacuentos, baile de monstruos y juegos de miedo en la fortaleza lorquina. El precio por niño es de 5 euros. Los padres no pagan entrada y tendrán que aguardar en la cafetería. Si acude a la Ciudad del Sol, el centro comercial Parque Almenara le recibirá, este fin de semana, con Abracadabra, que incluye talleres de maquillaje, de cocina y de juegos de cartas.

Cartagena y Cieza se apuntan al pánico. El castillo de la Concepción acoge el próximo miércoles por la noche (10 euros) una representación teatral con las historias y misterios de la Cartagena oculta. El jueves habrá un pase infantil. En Cieza vuelve a montarse el túnel del terror, desde mañana y hasta el domingo día 4, en la sala de ocio de la calle Cubico.

Para quienes busquen emociones fuertes, el hotel Executive Sport (un tres estrellas, en Totana, teléfono 968 41 82 09) ha preparado El mesón de medianoche. La propuesta incluye cena (el menú: nido de gusanos, carne picada del cementerio de al lado, hueso de ahorcado...) con espectáculo de terror y una fiesta de disfraces al llegar la medianoche, los días 31 de octubre y 3 de noviembre. Cabe la posibilidad de alojarse en el establecimiento, que cuenta con zona de spa, parque infantil y un servicio de películas de DVD.

Hay otra alternativa: seguir fiel a la tradición. Entonces, el ritual incluye acudir a la representación de las aventuras y amoríos del donjuán más pendenciero. La compañía Amigos del Tenorio pondrá en escena la obra de José Zorilla el sábado y el domingo en el Teatro Bernal de El Palmar (los precios, 6 y 4 euros). Los actores de la compañía Cecilio Pineda llevarán su montaje a las tablas del Romea el puente del 1 al 4 de noviembre (entre 15 y 8 euros cuestan las entradas). Por supuesto, tampoco puede faltar la visita al rincón más típico de la capital murciana en la fiesta de difuntos: las plazas de las Flores y de San Pedro. En la primera, se adquieren los ramos para llevar a la tumba de los seres queridos; en la segunda se compran postres típicos como el arrope y calabazate. Un elixir con el que endulzar los tragos amargos que da la vida y, por supuesto, la muerte.