El CB Murcia se la jugará en Zaragoza (72-83)

El CB Murcia sigue sin levantar cabeza, volvió a perder en casa y lo hizo tras disputar un mal encuentro contra un rival que no se jugaba nada. Aunque los aficionados, que sí dieron la cara una vez más, estuvieron pendientes de los transistores para escuchar si el CAI perdía en Badalona, lo que habría sido muy importante en el caso de que los murcianos hubiesen ganado en su pista, tras la derrota, eso daba igual. En día aún por determinar, presumiblemente el próximo sábado, día 9 por la tarde, el CB Murcia está obligado a ganar en Zaragoza para conservar la categoría, de lo contrario será segundo por abajo y ocupará una de las plazas de descenso. Manolo Hussein, técnico del CB Murcia, ya advirtió antes de comenzar la temporada, que el equipo tendría que luchar hasta el último segundo del último partido para salvar la categoría, y no se ha equivocado. Eso sí, su equipo ha tenido la ocasión de solucionar su papeleta mucho antes y no ha sabido hacerlo. Ahora toca esperar a que la dinámica cambie.

No se podía despedir peor el conjunto murciano de esta temporada ante su afición. La sensación que dio ante el Kalise, fue la de un equipo sin garra, sin alma, que no se jugaba nada; al que le daba igual lo que sucediera. Así le fueron las cosas. Y no es que los visitantes se comportaran como una apisonadora, nada de eso. El conjunto gran canario fue un equipo más de la ACB, que jugaba sin la presión de tener que ganar, pero que supo sacar tajada de los numerosos e infantiles errores de sus oponentes, al menos de la mayoría de ellos. El CB Murcia sólo dio la sensación de poder ganar hasta el minuto 23, momento en el que el marcador reflejaba un igualado 41-44. Pero sólo fueron sensaciones, ya que en los siguientes cinco minutos, los locales encajaron un parcial de 3-19 que dio por terminado el partido. En ese tiempo, sólo Slanina fue capaz de anotar una canasta (de tres puntos), el resto... nada de nada. Cuando el electrónico se puso 44-63, en el Palacio de los Deportes ya se sabía lo que ocurría, a pesar de que hubo un atisbo de reacción local.

El encuentro lo comenzaron muy fríos los locales, pero como el rival tampoco brillaba en exceso, unos y otros hicieron la goma en el marcador, aunque 17-15 fue la única ventaja de que dispuso el CB Murcia. El inicio del partido fue muy flojo, sobre todo en ataque y en el rebote del equipo de Hussein, pero lo peor es que la historia se volvió a repetir en el arranque del segundo cuarto. Eso obligó a remar contracorriente durante la primera parte, lo que suponía un esfuerzo extra. Thomas no era capaz de dirigir a sus compañeros en condiciones y los porcentajes en lanzamientos de dos puntos muy mediocres. Otro tirón de los locales dejaron el marcador en un 36-41 al descanso. No se estaban haciendo bien las cosas, pero había partido.

El gran problema llegó tras el descanso. Los primeros minutos del tercer cuarto recordaron al pero CB Murcia de la temporada. Tras el 41-44 a falta de 7:30 para el final del cuarto fue la última vez que los murcianos vieron de cerca a su rival. Desde ese momento y hasta el final, surgió la figura de Freeland, que no se caracteriza por ser un anotador, para hacer lo que quiso bajo los tableros. Él solito hizo 13 puntos, los mismos que el CB Murcia en todo el cuarto. Con 19 de ventaja para los canarios en el último cuarto, no había para la esperanza, sólo para esperar a ver que sucede en Zaragoza.