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Carga de coche eléctrico F. P.
Cómo elegir el punto de recarga para coches eléctricos

Cómo elegir el punto de recarga para coches eléctricos

La resistencia, la conectividad y la carga solar son características esenciales para un dispositivo preparado para el presente y el futuro

Canal Motor y Patxi Fernández

Sábado, 11 de febrero 2023, 23:06

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La autonomía y la existencia de puntos de recarga públicos son dos de los elementos que más preocupan a los propietarios y potenciales compradores de coches eléctricos. España permanece a la cola en el número de cargadores, por lo que por el momento la recarga en el domicilio es la alternativa más viable y económica.

El diseño de una estación de carga para vehículos eléctricos debe estar preparado para afrontar las condiciones de cualquier entorno en el que se instale. Si se sitúa en el exterior, debe garantizar una protección ante las inclemencias climáticas, tanto de la lluvia y la nieve como del polvo, del sol y las temperaturas de frío o calor.

La estructura debe proteger los circuitos internos y garantizar el funcionamiento en cualquier contexto. Esto mismo es aplicable en una ubicación interior, como puede ser un aparcamiento cubierto, donde se dan condiciones de humedad o ambientes cargados.

«Seleccionar una solución fabricada con materiales de calidad, como es el aluminio, y con sellados de seguridad es fundamental para garantizar su durabilidad. Solo de esta forma el usuario se asegurará de disponer de una estación de carga con una vida útil más extensa.», detalla Henrik Bergman, director regional de Charge Amps en España y Portugal. «Disponer de un punto de recarga en el aparcamiento de casa o del trabajo, donde nuestro vehículo pasa más horas, proporciona confianza y favorece que los compradores apuesten por la electromovilidad», indica.

Diferentes tipos de carga

A la hora de hablar de recarga del vehículo eléctrico hay algunos conceptos relacionados con los tipos de cargadores, los conectores o los tiempos de carga, que pueden crear confusión, pero es mucho más sencillo de lo que parece cuando te familiarizas con su uso. Para ello Ramon Calderón, experto de Seat nos explica en detalle los modos para recargar el futuro.

Proceso de carga del Cupra Formentor
Proceso de carga del Cupra Formentor F. P.

«La carga de la batería de vehículos eléctricos e híbridos depende principalmente de dos factores: la capacidad de la batería del coche y la potencia del cargador disponible, y esto influye en los rangos de tiempo de carga», explica el responsable de e-Mobility Relaciones Institucionales en Seat.

La capacidad de la batería es la cantidad de energía eléctrica que ésta es capaz de almacenar, mientras que la potencia es la cantidad de energía eléctrica que el cargador puede suministrar al vehículo. «El usuario de un coche electrificado tiene a su disposición diversos modos de carga: tipo 2 (carga lenta), tipo 3 (carga semirrápida) y tipo 4 (carga superrápida o ultrarrápida). Según la capacidad que tenga la batería de nuestro coche y la potencia del cargador y el cable conector, nos llevará más o menos tiempo cargarla», explica Calderón.

Si tenemos en casa un coche híbrido enchufable o un vehículo eléctrico pequeño podemos dejar el coche cargando por la noche en el garaje con un tipo de carga 2 o carga lenta. Con esta opción, el vehículo se conecta a la red eléctrica mediante un adaptador que garantiza la seguridad de la recarga y que está dotado de un enchufe doméstico, de los que tenemos en casa (tipo Schuko). En este modo, (para una potencia de 3,6 kW) un híbrido tarda de media entre 3 y 4 horas en cargar de 0 al 100% de batería, y un eléctrico, unas 16 horas de media, dependiendo de la potencia y el cable y de la capacidad de la batería.

Sin embargo, en el caso de que contemos con un vehículo 100% eléctrico o un híbrido enchufable, con una autonomía considerablemente alta, la opción más conveniente es el modo de carga tipo 3, también conocido como semirrápido. Este modo de carga requiere de un dispositivo o punto de carga de pared, coloquialmente conocido como Wallbox, que incorpora varios sistemas de protección necesarios para la seguridad de la instalación eléctrica y del vehículo.

«El uso del modo 3, por su seguridad, fiabilidad y rápidez, se está imponiendo al modo 2 a medida que aumentan las potencias de carga y la capacidad de las baterías de los vehículos eléctricos», afirma Calderón. Este modo nos permite trabajar con potencias superiores en casa, y a su vez optimizar el tiempo de carga. Un híbrido como el CUPRA Formentor podría cargarse en menos de 3 horas y un 100% eléctrico en menos de 10 horas de media.

Tipo de estación de carga

Establecer el tipo de uso que se le dará a la estación de recarga, los conductores que la utilizarán, el espacio en el que se ubicará o el clima que deberá afrontar es clave a la hora de elegir un dispositivo. Asimismo, es necesario tener en cuenta factores de seguridad que protejan la instalación eléctrica o eviten un mal uso del cargador. Desde Charge Amps comparten algunos de los factores a valorar antes de instalar un punto de carga en casa o en el trabajo.

Disponer de la opción de conectar la estación de carga a internet es una garantía de futuro, ya que adapta el dispositivo a las nuevas tendencias IoT y smarthome. El hecho de poder acceder y controlar en remoto el cargador en todo momento garantiza que el vehículo siempre estará disponible, ya que se pueden programar las cargas o activarlas en caso de imprevisto.

Asimismo, se monitorea el estado del cargador detectando posibles problemas, y se evitan usos no deseados por parte de terceros, ya que la estación de carga solamente se activará cuando se dé la orden, acción que se puede realizar en local o de forma remota desde cualquier sitio.

Disponer de un punto de carga preparado para operar mediante el excedente de la energía solar proporciona una ventaja presente y futura, además de garantizar una mayor rentabilidad de la inversión. «Es normal que los conductores centren su inversión más inmediata en la instalación de una estación de recarga, pero elegir un modelo preparado para utilizar el excedente solar es una apuesta ganadora. Poder cargar el coche con energía limpia nos permite tener un impacto aún mayor en el planeta», apunta Henrik Bergman desde Charge Amps.

Cargar fuera de casa

Una vez fuera de casa, los puntos de recarga de uso público que habitualmente encontraremos serán también de modo 3 o semirrápido, ya que es obligatorio que como mínimo sean de este nivel de recarga. En el modo 3, la conexión del vehículo eléctrico o híbrido a la red de corriente alterna se realiza mediante conectores Mennekes. Teniendo en cuenta que la potencia de estos puntos públicos es más elevada (en torno a 11 kW), de media el tiempo de carga será para un híbrido enchufable entre 30 minutos y 1 hora, mientras que para un 100% eléctrico cargarlo del 0 a 100% nos podría llevar entre 4 y 6 horas.

El modo 4 o superrápido, indicado únicamente para vehículos 100% eléctricos con alta autonomía, como el CUPRA Born, nos permite recargar como mínimo un 70% de la batería en poco más de 30 minutos (para una potencia de cargador de 100 kW), el tiempo justo para tomar algo o realizar la compra semanal, y el 100%, aproximadamente una hora. La recarga en modo 4 se realiza en corriente continua, a diferencia de los modos anteriores, que se realizan en corriente alterna, lo que permite una carga más rápida ya que el vehículo no tiene que hacer conversiones.

El conector estándar más utilizado para este tipo de recarga es el CCS. «Son cargadores que, por su elevado precio y coste de instalación, ni han sido concebidos ni son recomendables para uso doméstico y, junto con el modo 3, son los que encontrará el usuario en centros comerciales, vía pública o centros de trabajo», explica Ramon Calderón. Dentro de los cargadores modo 4 existen también los de carga ultrarrápida, especialmente pensados para las estaciones de uso público exteriores o electrolineras, donde podemos recargar el vehículo durante trayectos largos o situaciones en las que dispongamos de muy poco tiempo. Con este modo, que puede superar los 250 kW de potencia, un coche 100% eléctrico de media se cargaría en menos de 30 minutos.

Es importante destacar que cargador y vehículo se comunican continuamente durante la carga para no superar la potencia admisible por la batería. Es decir, un vehículo que admite un máximo de 125 kW de potencia aunque se cargue en un cargador de 250 kW nunca superará la potencia de 125 kW. Lo mismo ocurre a la inversa; aunque el vehículo pueda cargarse a 250 kW, si el cargador es de menor potencia nunca la superará.

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