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Miércoles, 19 de agosto 2020, 11:57
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El semestre negro del automóvil se saldó con la pérdida de 9.100 empleos en las líneas de montaje de vehículos y componentes. Así se desprende de un estudio de la firma de recursos humanos Randstad, que asegura también que el 75% de los trabajadores del sector estuvo sometido a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). En el conjunto del sector (incluyendo también concesionarios y talleres, entre otros), el segundo trimestre del año se saldó con 25.600 empleos menos, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Según el estudio 'Impacto del Covid-19 en las empresas del sector automoción y horizonte de recuperación', tres de cada cuatro empresas del sector del automóvil han tenido que recurrir a un ERTE para sobrellevar la pandemia del coronavirus, ya que solo un 4% de las compañías pudo continuar su actividad con normalidad durante los momentos más duros de la crisis.
El estudio también indica que el sector automovilístico optó a los ERTE por encima de la media del resto de la economía (49%). Sin embargo, solo un 52% de las compañías del automóvil utilizó el teletrabajo, por debajo de la media del total de empresas españolas (56%).
En este sentido, Randstad ha destacado la «significativa» destrucción de empleo que se dio en el segundo trimestre de este año. «Durante estos últimos tres meses, la fabricación de vehículos empleó a 213.100 personas, un 4,1% menos que en el primer trimestre del año, cuando eran 222.200 trabajadores», ha indicado, según recoge Ep.
Analizando los datos de población ocupada de los últimos cinco años proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se aprecia que la pandemia ha agravado la tendencia de destrucción de empleo que lleva sufriendo la industria del automóvil desde el tercer trimestre de 2018. Desde ese momento, en el que se registró el máximo volumen de ocupados, 248.100 profesionales, se han perdido 35.000 empleos, un 14,1% del total.
«Sin duda, la industria de la automoción ha sufrido de manera relevante por la paralización de la economía y la caída de la demanda, pero lamentablemente este sector ya se estaba ralentizando hasta de la aparición de la pandemia. Esto se debe a que las cadenas de suministros eran dependientes del mercado asiático y las fronteras en términos comerciales estaban cerradas. Esto supuso el cierre como consecuencia de la falta de material. El sector de la automoción, por lo tanto, sufre problemas estructurales desde hace años y necesita reformas de calado», ha asegurado el director de Randstad Research, Valentín Bote.
En cuanto a la recuperación de la actividad, tan solo el 21% de las empresas del sector confía recuperarse completamente a finales de año, mientras que en el conjunto de los sectores esta opción la valoran el 48% de los directivos.
El porcentaje de empresarios del sector de automoción que confía en alcanzar la recuperación antes de la segunda mitad de 2021 es ya del 69%, siendo la diferencia algo menor, de 21 puntos, con respecto a la media de la economía (80%).
La incertidumbre económica existente en el sector de la automoción es la principal preocupación para el 68% de los empresarios, más que la incertidumbre en el conjunto del país (55%), y el temor por las pérdidas en la facturación (54%). Para atajar esta preocupaciones, los empresarios del sector prefieren ayudas públicas directas (48%), seguidas por ayudas fiscales (39%) y flexibilidad laboral (37%).
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