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Lluvia de estrellas 2020 al aire libre
A dónde ir en coche para ver las «lágrimas de San Lorenzo» con seguridad
Lluvia de estrellas 2020

A dónde ir en coche para ver las «lágrimas de San Lorenzo» con seguridad

Si vamos a un emplazamiento al aire libre hay que tener cuidado y mantener las distancias con los demás observadores, ya que podemos tener la sensación de una «falsa seguridad» y olvidarnos del peligro del Covid-19

A. Noguerol Gonzalo López Sánchez

Lunes, 10 de agosto 2020, 10:57

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Como todos los años, llegados a esta época del año, son muchos los aficionados que esperan la lluvia de estrellas conocida como las «Lágrimas de San Lorenzo». A diferencia de las Cuadrántidas y de las Gemínidas, que se producen en enero y diciembre, respectivamente, las Perseidas llegan en período estival, que hace más posible encontrarse en la sierra o en la playa. Mirar en dirección al mar asegura una oscuridad aceptable para disfrutar de las Lágrimas de San Lorenzo, pese a encontrarse en una localidad totalmente urbanizada.

La hora también influye, y los mejores resultados serán para los perseverantes, para quienes aguanten hasta, como mínimo, las 4:00 horas del día 13 (horario de verano de Centro Europa), cuando se sitúa el pico álgido de actividad.

Este año la esperada lluvia de estrellas alcanzará su máximo esplendor entre los próximos 11 y 13 de agosto. Por desgracia y según los datos del Instituto Geográfico Nacional, parece que esta vez no será la mejor para observarlas. Razón de más para buscar el mejor emplazamiento. Por supuesto, con la seguridad que requiere la nueva situación de la COVID-19.

Gonzalo López Sánchez

Qué son las Pereseidas

Cada año, alrededor del 12 de agosto, la Tierra atraviesa un campo de residuos dejado por un cometa, como si fuera una estela de polvo dejada por un coche en un camino. Por ese motivo, cada año las Perseidas ocurren en la misma época.

El cometa que originó este campo de residuos es el Swift Tuttle , un objeto compuesto de polvo, hielo (de agua, monóxido de carbono y dióxido de carbono) que gira en torno al Sol en una amplia órbita, que tarda en recorrer 133 años. Este objeto, mucho más grande que una montaña y que llega a los 24 kilómetros de diámetro, pasó por las cercanías del Sol en 1992, y no volverá a hacerlo en 2126. Por mucho que su enorme tamaño imponga, si pudiéramos «amansarlo» y depositarlo sobre el océano veríamos que este cuerpo flota, a causa de su baja densidad.

Pues bien, cada vez que lo hace, y que se acerca al llamado perihelio, el calor y la radiación solares no solo hacen que de él nazca una cola de decenas de miles de kilómetros de largo, tan características de los cometas. Además, el calor sublima el hielo (lo transforma en gas), produciendo géiseres y estallidos en la superficie del cometa. Por este motivo, en el entorno se genera una nube de partículas de polvo, agua y hielo que permanece en la retagaurdia del cometa, tiempo después de este pase por un lugar.

De hecho, se puede decir que los cometas dejan detrás de sí un anillo muy sutil de restos que se van acumulando cada vez que recorren las cercanías del Sol , a lo largo de su órbita. Por eso, el año 2126 y sucesivos deberían ser mejores para ver Perseidas, puesto que el Swift Tuttle «recargará» su nube de polvo.

Desde Acierto.com ha recopilado una serie de consejos para observarlas adecuadamente, así como los mejores emplazamientos para hacerlo en nuestro país.

En primer lugar hay que tener en cuenta que si vamos a ver las Perseidas al aire libre, esta situación puede provocar una falsa sensación de seguridad, por lo que lo idóneo será hacerlo en solitario o en grupos reducidos –si se trata de una persona con la que convivimos, mejor–, manteniendo la correspondiente distancia de seguridad y sin quitarnos las mascarillas.

Evitar el contacto físico, los juegos que impliquen demasiado esfuerzo físico, etcétera también es conveniente. El gel hidroalcohólico tampoco puede faltar. En cualquier caso es importante respetar la naturaleza y disfrutar de la libertad con responsabilidad. Si viajamos con niños deberemos explicarles la necesidad de llevar a cabo las medidas indicadas.

Más allá de estas existen otras que conviene no perder de vista como planificar el viaje o desplazarnos al lugar con anterioridad. La idea es conocer el emplazamiento de día y detectar los mejores puntos, los más peligrosos... Si no podemos hacerlo lo mejor será acudir con tiempo, antes de que anochezca para evitar aglomeraciones.

Además –y sobre todo si hemos tenido el coche parado durante la cuarentena– no deberíamos pasar por alto la puesta a punto del vehículo, clave para evitar accidentes (o para evitar tener que recurrir a la asistencia en carretera del seguro). De hecho podría ser un buen momento para revisar si nos cubre en vías no aptas: tramos no asfaltados como caminos rurales o carriles de tierra.

Respecto al conocimiento del terreno, el número de siniestros en zonas de montaña es superior a los que ocurren en lugares de costa o en la ciudad. Algo que podría tener que ver con la orografía del terreno, el tipo de calzadas, su visibilidad, etcétera. En cualquier caso, antes de salir de viaje informaremos a nuestros conocidos y familiares.

Contar con unas nociones sencillas de primeros auxilios también es recomendable, así como incluir un pequeño botiquín, un silbato, agua, frutos secos y una linterna o frontal. Una chaqueta es otra prenda que nos vendrá bien, pues en algunos puntos de los recomendados puede disminuir la temperatura. En cualquier caso, es recomendable consultar la previsión del tiempo.

Dónde ver las Perseidas

En cuanto a los emplazamientos para disfrutarlas, nuestro país cuenta con numerosos destinos. Pero vayamos por provincias:

Así, Cataluña cuenta con numerosos sitios con encanto. Es el caso del Pantano de Santa Fe del Parque Natural del Montseny –declarado reserva de la biosfera para la UNESCO en 1978–. Otra opción es acudir al Observatorio Astronómico del Alt Empordà (aunque este año habrá que comprobar la disponibilidad por el COVID-19). El parque astronómico del Montsec de Lleida –reconocido como reserva por la fundación Starlight, dedicada a la preservación de zonas sin contaminación lumínica– también es interesante.

En la Comunidad Valenciana, destacan el Parque Natural de la Sierra Calderona y el de la Serra d'Espadà, en Castellón; ambos con una vegetación preciosa y variedad de paisajes. No podemos dejar de hablar tampoco del Cabo de las Huertas, en Alicante, cuyas calas constituyen un emplazamiento mágico para gozar del espectáculo cósmico; así como de las lagunas de La Mata y Torrevieja, sembrado de miradores. La Albufera es otra buena opción.

En Galicia destaca la Illa das Esculturas, un juncal de más de seis hectáreas al lado del río Lérez, aunque deberemos consultar horarios dada la situación. La Ría de Vigo también es ideal para avistar el fenómeno. Otros lugares muy recomendables son la Playa de las Catedrales y la Peña Trevinca, en Ourense, perfecto para alejarse de la contaminación lumínica. No podemos dejar de mencionar las Illas Atlánticas, la franja entre Ortegal y San Andrés de Teixido o la costa de Bares.

En Canarias Tenerife se postula como una excelente alternativa, sobre todo para aquellos que quieran aprovechar para quedarse unos días de vacaciones. En concreto destacamos Las Cañadas del Teide, en el Parque Nacional, cuya altura y escasa contaminación lumínica lo convierten en el sitio perfecto. Cuenta con la certificación Reserva Starlight, de hecho.

Los cazadores de estrellas disfrutarán, asimismo, en Andalucía, donde podrán acudir a la Ribera del Guadiamar, en El Castillo de las Guardas; a la Playa de Camposoto en San Fernando, y al Torcal de Antequera.

Madrid, más allá de la capital, también está trufada de pueblos con encanto donde disfrutar de la lluvia de estrellas será un auténtico placer. Es el caso de Buitrago, cuyo castillo, callejuelas e iglesia medieval son dignos de visitar -fue declarado Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural-. En todo caso, Buitrago de Lozoya no es único en su especie sino que El Berrueco, Bustarviejo, Patones de Arriba, Rascafría, y Navalafuente no se quedan atrás.

En Navarra nos quedamos con la Reserva Natural de la Foz de Lumbier -muy cerca de Pamplona y famosa por su geología, acantilado y paisajes-, el barranco de Peñalén, el valle de Baztán, el Cerco de Artajona, Zugarramurdi -famosa por sus cuevas- y Roncesvalles. En este último encontraremos uno de los primeros templos góticos de España. La sierra de Ujué es otra ubicación ideal para vislumbrar las lágrimas.

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