¿Es legal cobrar un par de euros más por el décimo de la Lotería del Niño?

Abrazos, lágrimas y mucho champán. Esa es la estampa que caracteriza a la Lotería del Niño, una emotiva jornada que pone la guinda del pastel a una Navidad cargada de ilusión. Con ella se cierra el periodo festivo, pero tan solo es el punto de partida para los que el 6 de enero les ha sonreído más que nunca.

Las imágenes de los agraciados presos de la euforia se suceden por todo el país. Desde el norte hasta el sur, pasando por los archipiélagos y ciudades autónomas, los premios de la Lotería del Niño se reparten sin distinción alguna. Y es que junto al tradicional imán, camiseta o cualquier otro 'souvenir', es más que habitual llevarse un décimo con el que probar suerte. Una cuestión de superstición para algunos pero todo un 'regalazo' para otros, ya que se trata de un recuerdo que no acumula polvo y que puede cambiar completamente la vida del que lo recibe. LA VERDAD, a través de su página web, te ofrece la posibilidad de comprobar tus décimos de la Lotería del Niño.

Lo cierto es que se suele aprovechar cualquier escapada para hacer una parada obligatoria en una administración. Si estas Navidades tienes pensado adquirir este 'souvenir' tan especial, desde LA VERDAD puedes localizar el número de la Lotería del Niño que te interesa para saber en qué lugar de esa ciudad que visitarás se encuentra.

Sin embargo, aunque el precio de venta está fijado en 20 euros, no todos los números que se guardan en la cartera se han adquirido por la misma cantidad. Pagar un par de euros más cuando se compra un boleto fuera de la administración es ya todo un gesto habitual, sobre todo cuando se trata de alguna peña, asociación o restaurante. Pero, ¿es legal cobrar un recargo en la venta de décimos?

Este sorteo tiene tal arraigo en nuestro país que los décimos salen de las administraciones para venderse a un colectivo concreto: desde los asociados a un club, hasta los clientes habituales de un bar o los familiares de una fundación. Es el reflejo de una campaña que siembra la unión entre amigos, familia o conocidos y por ello, se reserva una cantidad de décimos para el disfrute de ese grupo. Pero esta venta viene acompañada de un recargo, habitualmente de dos euros, lo que hace que el vendedor saque un beneficio bastante considerable.

Partiendo de la base del artículo 8 de la Instrucción General de Loterías queda «prohibida la reventa con sobreprecio, castigándose esta reventa con arreglo a la legislación vigente en materia de contrabando y defraudación». Sin embargo, en algunas ocasiones si se considera legal, como por ejemplo, cuando el recargo se realiza en concepto de donación a una organización. Es un modo de incentivar la participación a la lucha de ciertas causas que necesitan apoyo económico para su investigación u otro fin relacionado.

Por el contrario, cuando se trata de comercios como tiendas, restaurantes o centros de belleza, entre otros, se considera que se está generando un beneficio personal con la venta, por lo que se trataría de un fraude. Ante esta situación, Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) solicita que aquellos que observen una situación irregular se pongan en contacto con ellos para dejar constancia de este hecho. En cualquier caso, se recomienda adquirir un décimo en un punto de venta autorizado.

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