El Segura da positivo a plaguicidas

Todas las cuencas españolas analizadas dan positivo a plaguicidas tóxicos, según los Programas de Vigilancia de Calidad de las Aguas de las diez confederaciones hidrográficas revisadas. De los 104 plaguicidas analizados se encontraron 47, y 26 de ellos está confirmado o se sospecha que actúan como disruptores endocrinos.

Los plaguicidas detectados más habituales son los insecticidas (45%) y los herbicidas (40%), junto con fungicidas en menor medida. Muchos de ellos fueron prohibidos en su día por causar cáncer, provocar malformaciones o por afectar a la reproducción de animales silvestres y seres humanos. "Además, los sospechosos de ser disruptores endocrinos se deberían prohibir por causar enfermedades del sistema inmune, neurológico y del sistema hormonal", sostiene Ecologistas en Acción.

España es el país europeo que más plaguicidas consume, con 78.818 toneladas en 2014. Un "uso masivo" que deja un rastro inevitable tanto en los alimentos como en el medio ambiente (aguas superficiales, aire y tierra), según los ecologistas.

El estudio recoge una imagen incompleta sobre la presencia de plaguicidas en las aguas superficiales españolas porque no todas las confederaciones hidrográficas han cedido sus datos de control, como por ejemplo la del Guadalquivir.

La cuenca más contaminada es la del río Júcar, donde los datos de muestreo sitúan 34 de los 57 plaguicidas analizados, 22 de ellos prohibidos y 21 posibles disruptores endocrinos. Por detrás se sitúan las del Ebro (21 de 37), País Vasco (17 de 55), Tajo (15 de 17), Miño-Sil (13 de 58) y Duero (12 de 34).

La del Segura, que se extiende entre Andalucía, Castilla-Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana, se encuentra en una situación menos alarmante: se detectaron 9 de las 57 sustancias analizadas. Los plaguicidas hallados con mayor frecuencia en esta cuenca fueron varios isómeros de HCH (insecticida lindano y residuos de su producción) y el DDT, que se detectaron en la práctica totalidad de las muestras analizadas.

También se encontró, "en una elevada frecuencia y concentración", el insecticida clorpirifós y el fungicida prohibido pirimetanil. "Se conoce o sospecha que 6 de las 9 sustancias detectadas en la cuenca del Segura en 2016 son disruptores endocrinos y además no está autorizado su uso", alerta el informe.

La concentración de la suma de isómeros es muy elevada y supera el límite legal.

Aún menos contaminadas que la del Segura, cierran la lista de las cuencas 'dopadas' Guadiana (7 de 27), Galicia-Costa (3 de 55) y Cantábrico (2 de 21).

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) destaca que su dominio hidráulico es uno de los que menos sustancias contaminantes contiene, "a pesar de la importancia del regadío en esta zona, lo que da una idea del esfuerzo de la administración en controlar este tipo de vertidos". La CHS recuerda que en el Segura se depuran el 99% de las aguas residuales, "lo que la convierte en la cuenca de España con un nivel más alto" de control de calidad del agua.

"En el momento en el que se detectan vertidos contaminantes se persiguen y se sancionan", lo que "no es óbice para que se puedan producir vertidos puntuales, lo que se persigue por el organismo de cuenca, sancionando a los responsables", asegura la CHS.

Ecologistas en Acción urge a transformar "el insostenible sistema agrario actual a un sistema agroecológico" y pide al Gobierno que prohíba el uso de los plaguicidas disruptores endocrinos y que ponga en marcha un plan para reducir el uso de plaguicidas en España un 50% en los próximos diez años, como han hecho ya Francia y Dinamarca.

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