Dónde pueden instalarse y dónde no las plantas solares
El Gobierno regional salva los espacios protegidos y las zonas de gran calidad paisajística, aunque cada proyecto deberá superar los trámites ambientales
La 'burbuja' de las plantas fotovoltaicas que calienta la Región requiere orden. Las energías renovables son imprescindibles para la necesaria transición ecológica, y Murcia aspira ... a convertirse en una gran potencia solar, pero el aluvión de proyectos amenaza con degradar el territorio. Así que el Ejecutivo autónomo ha elaborado un mapa en el que define en qué zonas pueden ubicarse y en cuáles no estas instalaciones, en atención a condicionantes ambientales y de calidad del paisaje.
El 'Mapa de adecuación territorial para la generación de energía solar fotovoltaica', coordinado por la Consejería de Fomento y con aportaciones de varios departamentos, como Industria y Medio Ambiente, divide la Región en tres tipos de zonas: incompatibles, condicionadas y aptas.
En las primeras no es posible instalar una planta fotovoltaica, sea cual sea su tamaño. Estas áreas marcadas en rojo por el Gobierno regional se corresponden con todos los espacios naturales protegidos, los de ámbito autonómico y también los de rango europeo: Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y Zonas de Especial Protección para Aves (ZEPA), que forman parte de la Red Natura 2000. Tanto los que cuentan con plan de gestión o de ordenación de recursos aprobado como los que lo tienen aún en tramitación.
Los espacios condicionados, con código de color amarillo, son los incluidos en el Portal del Paisaje de la Región de Murcia como enclaves de gran calidad o de fragilidad. Es decir, que sin tratarse de espacios protegidos, sí debe actuarse en ellos con la máxima cautela por la belleza de su paisaje o bien por cuestiones de seguridad, como la prevención de avenidas en zonas inundables o de flujo preferente en caso de lluvias torrenciales. Para estos supuestos se ha contado con el apoyo de los informes de la Confederación Hidrográfica del Segura.
En esta área condicionada, las plantas fotovoltaicas necesitarán de informes sectoriales favorables para su tramitación.
Por último, en los espacios pintados de verde no existen prohibiciones ambientales, aunque la licencia definitiva dependerá de la normativa urbanística de cada municipio o de la legislación sectorial, «que analizará todos los condicionantes específicos de cada zona», aseguran a LA VERDAD fuentes de la Consejería de Fomento e Infraestructuras.
«Hacer las cosas bien»
Con independencia de si una planta fotovoltaica aspira a instalarse en zona amarilla o verde, todos los proyectos deberán someterse al trámite ambiental, «si así fuera requerido», y completar su tramitación administrativa, que puede acabar en aprobación o en rechazo.
El Ejecutivo regional «está dispuesto a que seamos líderes europeos en generación de energía fotovoltaica, pero para ello es preciso hacer las cosas bien, y por tanto es fundamental garantizar la adecuada integración territorial, paisajística y ambiental de cualquier instalación», insiste la Comunidad Autónoma.
«El objetivo no es crecer a costa de los recursos naturales»
«El objetivo no es crecer a costa de la explotación de los recursos naturales, sino garantizando que perduran». Así se posiciona el Gobierno regional para «adaptarnos a las nuevas condiciones que impone el cambio climático, apoyándonos en la reducción de emisiones de efecto invernadero, en línea con las directrices de transición ecológica y de descarbonización que marcan la Unión Europea y los ODS de Naciones Unidas». La Comunidad se compromete así a «compatibilizar la generación de actividad económica, oportunidades y progreso con la adecuada gestión de los recursos naturales».
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