Las plantas que nadie había visto antes en España
Investigadores de la Sociedad Botánica describieron en 2019 veinte nuevas especies de flora hasta ahora desconocidas para la ciencia
Pese a que siempre es menos mediático el descubrimiento de una nueva especie de flora que el de un vertebrado, la importancia de la riqueza botánica sigue reclamando la atención de los científicos, que año tras año sorprenden con hallazgos en este campo. También en España, el país europeo con más biodiversidad y que también alberga numerosos endemismos, donde no todo está ya descubierto, ni mucho menos. De hecho, investigadores españoles describieron para la ciencia durante 2019 veinte nuevas especies de plantas, ocho de ellas en territorio nacional (siete de ellas en la península y una en Canarias), informa la Sociedad Botánica Española (Sebot).
«En el siglo XXI, época de las comunicaciones y los datos masivos, se podría pensar que el conocimiento sobre la biodiversidad del planeta está cerca de completarse. La sociedad y sus políticos asumen con frecuencia que apenas deben quedar especies por descubrir y, por tanto, es cada vez menos relevante destinar esfuerzo humano y económico a investigar qué hay ahí fuera. Sin embargo, los datos demuestran que aún queda mucho por hacer para lograr un conocimiento exhaustivo de la biodiversidad, no solo en regiones remotas sino también en nuestro país», explica a LA VERDAD el presidente de la Sociedad Botánica Española, Juan Carlos Moreno Saiz, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
Algunas de las especies descubiertas en el recién terminado 2019 son tan notables «que parece inverosímil que no se haya reparado en ellas con anterioridad», indica el presidente de Sebot, una federación formada por cinco sociedades científicas que se constituyó recientemente para aglutinar a los botánicos españoles, dar visibilidad a la biodiversidad vegetal y promover su investigación, conocimiento y conservación.
Espectaculares flores rojas
Es muy llamativo el caso de 'Lotus gomerythus', una legumbre del grupo conocido como 'picos de paloma', de espectaculares flores rojas. Se ha encontrado un único ejemplar de esta especie en la isla de La Gomera, «en un lugar donde se ha librado del exterminio por los herbívoros introducidos por el hombre, como el ganado caprino y los conejos», alerta la Sebot. Otro ejemplo es la 'Linaria vettonica', «una bella flor que aparece solo en las faldas de la Sierra de Gredos. Pese a la cercanía a Madrid, no había sido encontrada con anterioridad en los cientos de campañas de recolección que los botánicos españoles han llevado a cabo rastreando el territorio ibérico».
Son también notables los descubrimientos del botánico catalán Joel Calvo, que solo en 2019 ha descrito siete especies nuevas de la familia de las margaritas (las compuestas) de diferentes zonas de los Andes, como 'Senecio toconaoensis'. Entre la gran variedad de nuevas especies, destacan además cuatro especies de musgos (una de ellas presente en España, 'Schistidium convergens'), «plantas no menos importantes por su pequeño tamaño».
Una planta carnívora
Una planta carnívora ('Pinguicula saetabensis'), tres hierbas gramíneas, otra compuesta, un arbusto del tipo conocido como sosa jabonera (género 'Arthrocaulon') y una especie de 'Croton' completan la lista de las especies nuevas para la ciencia descritas por investigadores españoles.
A estas especies se suma el descubrimiento de un género nuevo exclusivo de la península ibérica ('Pauneroa', una gramínea), nueve subespecies y variedades de otras especies (formas locales que aparecen solo en determinados lugares, todas también exclusivas del territorio ibérico), tres híbridos no conocidos con anterioridad y una especie que, pese haber sido descrita en el pasado, no había sido reconocida como distinta por los científicos hasta ahora.
Estos hallazgos, en palabras de Juan Carlos Moreno Saiz, demuestran que «la tarea de recopilar y estudiar la biodiversidad está lejos de ser completada. Desde la Sociedad Botánica Española reivindicamos así la importancia de la exploración y la catalogación de la biodiversidad en una época en la que, por el flujo masivo de información, esto parece ya cosa del pasado. Aún queda mucho por descubrir», advierte.