Así nace una nacra
El fotógrafo submarino Javier Murcia capta en el Mar Menor tres ejemplares juveniles de este molusco en peligro crítico de extinción, un soplo de esperanza para la especie
Son tan delicadas que parecen de cristal. Los tres ejemplares juveniles de nacra ('Pinna nobilis') que ha captado recientemente en el Mar Menor el fotógrafo ... submarino Javier Murcia suponen un soplo de esperanza para este molusco, en peligro crítico de extinción después de que un parásito haya arrasado sus poblaciones en el Mediterráneo, su hábitat exclusivo. La laguna salada y el Delta del Ebro (Tarragona) son ahora los únicos reservorios de este gran bivalvo después de la súbita desaparición de millones de ejemplares en la costa española.
Las nacras fotografiadas por Javier Murcia han sido recibidas por la Consejería de Medio Ambiente como «un avistamiento novedoso y del que no se tenía constancia en los últimos años, lo que viene a corroborar la reproducción en el ecosistema, tan necesaria para garantizar la supervivencia de la especie».
El descubrimiento «da pie a pensar que la reproducción se está realizando en otros puntos del Mar Menor, si bien por el momento no se tiene constancia de otros ejemplares juveniles», explica a LA VERDAD el Gobierno regional, que prefiere no hacer público el emplazamiento del hallazgo «por motivos de seguridad y para evitar actos vandálicos». La Comunidad recuerda la necesidad de contar con la colaboración de bañistas, pescadores y propietarios de embarcaciones «para que no se cometan acciones que puedan perjudicar el estado de las nacras».
La 'Pinna nobilis' es el molusco endémico del Mediterráneo de mayor tamaño: con una longitud máxima de concha de 120 centímetros, puede alcanzar los 50 años y vive principalmente en las praderas de posidonia. Esta planta marina, sin embargo, no está presente en el Mar Menor, por lo que las nacras, que colonizaron la laguna hace décadas a raíz de la apertura del canal del Estacio, se asientan sobre praderas de 'Cymodocea nodosa' y 'Caulerpa prolifera'.
Para el biólogo Emilio Cortés, director técnico del Acuario de la Universidad de Murcia y responsable del Banco de Especies del Mar Menor, «la localización de ejemplares juveniles de nacra siempre es una buena noticia. Casi mejor que encontrar únicamente adultos, ya que significa que la población del Mar Menor es capaz de reproducirse y tras la etapa de desarrollo larvario los juveniles se asientan en los fondos de la laguna, algo de vital importancia para la viabilidad de la colonia».
«Uno de los problemas percibidos en la población de nacras en el Mar Menor es el bajo, casi nulo, índice de reclutamiento observado durante los últimos años. Esperemos que en un futuro próximo se localicen más juveniles que ofrezcan un poco de luz sobre el futuro de la especie», añade el científico murciano.
Un «santuario» en la laguna
La directora general del Mar Menor, Miriam Pérez, destaca que «esta noticia supone un gran impulso a la labor del Gobierno regional para la recuperación y protección del Mar Menor, donde el cuidado de la flora y la fauna supone uno de los grandes objetivos. Hablamos de una especie emblemática que ha encontrado en este ecosistema un reducto ante las principales amenazas que está sufriendo en el Mediterráneo, por lo que tenemos la suerte de contar con un santuario y debemos potenciar al máximo todas las acciones encaminadas a su protección».
«No podemos olvidar que la nacra es una especie estructurante que proporciona nuevos hábitats y genera un aumento de la biodiversidad y riqueza específica en los ecosistemas en los que está presente, lo que en el Mar Menor se traduce en numerosos beneficios», recuerda Miriam Pérez.
Por otra parte, la Consejería ha encontrado una nueva colonia de 97 nacras en el Mar Menor, que se suma a la hallada recientemente de 104 ejemplares, con lo que ya son 739 los individuos censados en la albufera murciana.
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