Una donación impulsa la recuperación de las Salinas de Marchamalo
La cooperativa arrocera catalana Nomen Foods aporta 25.000 euros al proyecto de conservación de ANSE en La Manga
La recuperación de las Salinas de Marchamalo (Cartagena) ha recibido un inesperado empujón desde Cataluña: la cooperativa agroalimentaria Nomen Foods, dedicada principalmente a la producción de arroz en Tarragona, ha entregado una donación de 25.000 euros a la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) para poner en marcha el proyecto de conservación proyectado por los ecologistas en este enclave situado en el inicio de La Manga y abandonado durante décadas. Este sorprendente 'trasvase' de solidaridad ambiental desde el Delta del Ebro al entorno del Mar Menor ha sido presentado este jueves en las instalaciones salineras.
La ayuda económica de la firma catalana ha sido posible gracias a la iniciativa Nomen Earth, un compromiso empresarial con el medio ambiente que se puso en marcha en 2019 mediante una nueva gama de arroz cuyos beneficios se destinan en su totalidad a financiar el proyecto de conservación que los consumidores elijan. Y resultó elegido el Mar Menor. «La iniciativa pretende ser un esfuerzo colectivo a favor del medio ambiente, algo así como un producto de todos para todos», afirman los responsables de ANSE y de la cooperativa arrocera, que han estado acompañados por los redactores del proyecto y representantes de diferentes asociaciones de vecinos, empresarios, administraciones y organizaciones de defensa de la laguna.
ANSE compró a finales de 2019, a través de su Fundación, la concesión administrativa de la zona oriental de las salinas y una parcela de 7.000 m2 con una nave en ruinas, por 70.000 euros, para impulsar un proyecto de recuperación de la actividad salinera. Desde entonces, la Fundación ANSE ha recibido numerosas donaciones de particulares y algunas entidades, como Nomen Foods y la Fundación Cajamurcia, que han permitido trabajar durante un año y medio en la redacción de un plan de trabajo.
El proyecto elaborado por ANSE, 'Recuperación de la biodiversidad acuática a través de la actividad salinera en las Salinas de Marchamalo Orientales', que se presenta estos días ante la Demarcación de Costas (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) en la Región de Murcia, «permitirá dar los primeros pasos para recuperar la biodiversidad de la vegetación acuática y fauna característica de zonas someras y salinas del Mar Menor en una superficie de ocho hectáreas de dominio público marítimo-terrestre en las denominadas Salinas Orientales de Marchamalo», explica el director de ANSE, Pedro García.
Instalaciones muy deterioradas
Las Salinas de Marchamalo constituyen uno de los espacios naturales más singulares del entorno del Mar Menor y cuentan con cinco figuras de protección, cuatro de ellas internacionales (LIC, ZEPA, ZEPIM, Humedal Ramsar y Espacio Natural Protegido). «A pesar de ello, el abandono hace unos 25 años de la actividad salinera ha desembocado en un progresivo deterioro de las instalaciones, que ha supuesto enormes daños en las infraestructuras salineras, tanto en las naves y oficinas como en las mismas balsas», explica la asociación ecologista.
«La Comunidad Autónoma ha puesto en marcha diferentes iniciativas durante los últimos años para el mantenimiento del suministro de agua, pero el abandono de la actividad salinera y la falta de una conservación adecuada del espacio natural harán muy costosa la recuperación de la producción de sal compatible con la mejora de la biodiversidad», añade ANSE.
Aún serán necesarios muchos recursos para devolver la vida a unas balsas salineras donde se refugian numerosas especies de aves acuáticas, como los flamencos, y también el diminuto fartet, un pez en peligro de extinción. Entre las mejoras que será necesario acometer, ANSE enumera la reparación de los canales de paso de agua, el dragado parcial de las charcas salineras, la reparación de motas, la instalación de una nueva bomba de suministro de agua, la reconstrucción de arquetas y de la nave salinera, entre otras. La Asociación de Naturalistas del Sureste confía en disponer en pocos meses de las autorizaciones administrativas para poner en marcha el proyecto financiado con la ayuda de Nomen Foods.
Más de 2.000 cooperativistas
El grupo de alimentación Nomen Foods produce y comercializa las marcas Nomen, Bayo y Segadors del Delta, además de graneles para industria y exportación. Es una de las mayores cooperativas arroceras de España, con más de 2.000 socios. Fundada en 1860, produce más de 45 millones de kilos anuales.
La empresa lanzó en 2009 la marca Segadors del Delta para agrupar las variedades redondo y bomba que se cultivan en el Parque Natural del Delta del Ebro (Tarragona). También bajo la gama Segadors del Delta, la empresa produce 1860, un licor de arroz. Nomen Foods dispone de una moderna planta de producción en Deltebre (Tarragona) que emplea a 68 colaboradores y controla 5.500 hectáreas en la zona del Delta.
Nomen es la principal marca del grupo y va dirigida al mercado de gran consumo. Además de una gran variedad de arroces, dispone de purés, sémolas, harinas, bebidas de arroz, pan rallado y platos preparados, entre otros. Bayo, con 40 años de historia, se dirige al canal Horeca y es una línea de productos para los profesionales de la hostelería y la restauración.