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Codorniz común. JUAN VARELA
La codorniz común, Ave del Año 2020

La codorniz común, Ave del Año 2020

La votación popular organizada por SEO/BirdLife distingue a esta pequeña galliforme, cuyas poblaciones han bajado un 74% en España en las últimas dos décadas

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Viernes, 24 de enero 2020, 18:26

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Si te nombran Ave del Año es que estás muy mal. Pero la distinción sirve al menos para llamar la atención sobre el precario estado de tus poblaciones. Es lo que le ha pasado a la codorniz común, que desde hoy es el pájaro a seguir en 2020 después de ganar la votación popular que convoca tradicionalmente la organización científica y conservacionista SEO/BirdLife, en esta ocasión en alianza con la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA). La codorniz común (7.930 votos) ha ganado por un estrecho margen a los otros dos candidatos: el aguilucho cenizo (6.130) y el alcaudón real (5.156). El Ave del Año en 2019 fue el chorlitejo patinegro.

Los números admiten cero discusiones: en España se contabilizan apenas 225.000 ejemplares de codorniz común ('Coturnix coturnix'), especie que ha sufrido un declive poblacional en los últimos 20 años del 74%, según los últimos datos de seguimiento de SEO/BirdLife, actualizados en 2019. «La situación de la especie es alarmante, el declive es tan grave que cumpliría para ser designada como una especie en peligro según los criterios de amenaza de la UICN», opina Ana Carricondo, coordinadora de Programas de Conservación de SEO/BirdLife.

La codorniz común se deja ver cada vez menos en los campos de la península, donde sigue siendo una especie cinegética pese al alarmante descenso de sus poblaciones. Esta pequeña galliforme que se mimetiza fácilmente en zonas de cultivos herbáceos, cereales y praderas, ocupa la totalidad de la península ibérica y los archipiélagos. Es un ave migratoria de largo recorrido que llega incluso al sur del Sahara y sigue complejas rutas migratorias en busca de agua y comida, siempre en función de la pluviometría y de los ciclos agrícolas. Su población ibérica es la más importante de Europa occidental, de ahí la gran responsabilidad de España en su conservación.

El bajón de la codorniz, como ocurre con las aves en general, es el reflejo de una mala gestión del territorio. Pero no solo: «La alteración de los hábitats de los que depende, los efectos del cambio climático y la insostenibilidad de ciertas prácticas cinegéticas, como una inadecuada regulación de la media veda o la contaminación genética a causa de la suelta de codorniz japonesa o híbridos», están detrás del fuerte declive de esta gallinácea, denuncia SEO/BirdLife.

Una codorniz camuflada en un campo de cultivo.
Una codorniz camuflada en un campo de cultivo. JORGE SIERRA

«La sociedad comienza a entender la gravedad de la pérdida de biodiversidad, estamos en un momento en el que hay sensibilidad ambiental y la gente quiere proteger lo que está dejando de ser común», explica Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. «Lo común ha dejado de serlo, ese es el problema. Nuestros años ya no tienen cuatro estaciones, nuestras ciudades ya no tienen tantos gorriones y nuestros campos ya no tienen casi codornices. En este caso, y gracias al Ave del Año, en 2020 reclamamos aún con más fuerza más vida en el campo», insiste.

Amenazas

La principal amenaza que sufre la especie en España, como otras con las que comparte el espacio en las zonas agrarias, es la alteración de los hábitats de los que depende su alimentación y reproducción. «Además, la fuerte presión cinegética a la que se ha visto sometida la especie (más de un millón de individuos cazados anualmente, aunque la mayoría son de granja) y la contaminación genética a causa de la suelta de codorniz japonesa o híbridos con fines cinegéticos suponen una amenaza adicional, que se suma a los efectos que el cambio climático puede estar teniendo ya sobre sus patrones migratorios y su éxito reproductor, asi como a los posibles problemas en sus zonas de invernada«, advierte SEO/BirdLife.

La gestión agraria que predomina en España desde hace décadas es poco favorable para la biodiversidad, lo que supone también la principal amenaza para la codorniz común. «La pérdida de elementos naturales en el paisaje agrario y de prácticas clave como el barbecho, la simplificación de los cultivos, el adelanto de las cosechas o el uso generalizado de plaguicidas y herbicidas han ido reduciendo el valor de los hábitats agrarios. Esta transformación ha sido en gran medid inducida en España, como en el resto de países europeos, por la Política Agraria Común (PAC), que ha fomentado principalmente la intensificación y la productividad sin prestar atención a los efectos negativos sobre los recursos naturales y la biodiversidad», se lamente SEO/BIrdLife.

«Este año será crucial para decidir cómo será la PAC de los próximos años, de manera que se abre una oportunidad para cambiar esta situación y definir una política que consiga aunar la viabilidad y rentabilidad agrarias con la protección de la biodiversidad», indica Ana Carricondo. SEO/BirdLife solicitará a la Vicepresidencia para la Transición Ecológica y Reto Demográfico que desarrolle la Estrategia de Caza Sostenible, «que estaba prevista ya por Gobiernos anteriores», y pedirá «sensatez y colaboración» al sector cinegéticopara una gestión del medio acorde con la frágil situación de esta especie.

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