El 37% de las aves comunes, en declive
El programa de seguimiento de SEO/BirdLife cumple 25 años con un SOS para más de un tercio de las especies con presencia en España
Casi cuatro de cada diez pájaros lo están pasando mal en España. Es la principal conclusión del Programa de Seguimiento de Aves Comunes en Primavera (Sacre), que esta temporada cumple 25 años coordinado por SEO/BirdLife, organización conservacionista que puso en marcha este proyecto de ciencia ciudadana en 1996. Desde entonces, más de mil voluntarios cogen los prismáticos cada año para contar pájaros y seguir la evolución de sus poblaciones, con datos consolidados y validados de más de cien especies ysu hábitat durante todo este tiempo.
Este hito en el seguimiento de fauna tiene un sabor agridulce porque los resultados confirman «el impacto del ser humano sobre la biodiversidad», afirma SEO/BirdLife: el 37% de las aves comunes, incluyendo especies tan conocidas como la perdiz o la golondrina común, «se encuentran en una situación de conservación desfavorable» como consecuencia del cambio climático o las prácticas agrícolas insostenibles.
Aunque el 44% de las especies presenten una tendencia poblacional positiva y otro 19% reflejen una situación estable en sus poblaciones, «no significa que la situación sea buena. Estos datos también indican que el 37% de las especies se encuentran en situación desfavorable, una cifra elevada sobre todo si se tiene en cuenta que para 26 de ellas (el 62% de las que tienen declive) su porcentaje de descenso poblacional desde 1998 es superior al 30%», alerta SEO/BirdLife. Algunas de estas especies en declive están presentes en gran parte del territorio: alcaudón real, alondra común, calandria común, codorniz común, collalba gris, collalba rubia, curruca rabilarga, escribano cerillo, escribano montesino, golondrina común, grajilla occidental y perdiz roja.
«Estamos de celebración, hoy es un buen día para las aves y la conservación, llevamos 25 años estudiando a las aves comunes. El programa Sacre es trabajo sobre el terreno, rigor científico, generación de conocimiento y colaboración y activismo para defender el bien común. Hoy es un día para dar las gracias: a los técnicos que levantan cada año este programa, a los investigadores que generan ciencia a partir de sus datos y, sobre todo, al millar de personas que, cada temporada, se calzan las botas y salen a poner en valor y a reivindicar el papel fundamental de la ciencia ciudadana en la conservación de la naturaleza a escala mundial», señala la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.
Las cinco aves comunes más representativas
Entre todas las especies de las que se puede obtener información, SEO/BirdLife pone el foco en cinco de ellas porque ilustran la situación de otras muchas en los distintos hábitats:
Roquero rojo. Con un descenso del 95,3% en sus poblaciones desde 1998, podría entrar en peligro crítico. Es una especie ligada a la alta montaña y la disminución de sus efectivos es de las más altas registradas entre las aves comunes. El cambio climático podría ser uno de los causantes de ese declive, pues es en la alta montaña donde este fenómeno está originando cambios en la fauna y flora a mayor velocidad.
Alcaudón real. Es un ave rapaz a pequeña escala, un gran depredador de saltamontes, grillos y pequeños vertebrados que cada día son más escasos (presenta un declive del 62,6%) por el enorme uso de productos químicos que limitan las 'malas hierbas' de las explotaciones agrícolas pero que eliminan también gran parte de la vida animal en las mismas.
Perdiz roja. Tiene una gran proporción de su población ligada a los medios agrícolas y a pesar de ser granívora, el desarrollo de sus pollos y parte de su biología depende en gran medida de insectos, por lo que sufre una gran amenaza por la desaparición de su sustento. Muestra una tendencia de disminución del 38,4%. Además, tiene otras amenazas como el uso de fungicidas, la repoblación e hibridación con especies de perdices no autóctonas o la caza en lugares donde sus poblaciones están muy mermadas.
Vencejo común. Pasa su vida en vuelo y solo descansa para incubar los huevos que darán origen a las nuevas generaciones y para alimentar a sus pollos. Es una especie común que, durante siglos está ligada a las construcciones humanas, donde encuentra huecos en los que sacar adelante a sus pollos. Cada vez es más escasa por problemas ligados a los medios urbanos, como la contaminación, la falta de lugares donde criar o la falta de alimento. Su tendencia negativa es del 27,2%.
Petirrojo europeo. Es la cara de la moneda: como otras especies ligadas a los medios forestales, parece tener una evolución positiva en sus poblaciones con un aumento del 44,4%. El abandono de la actividad agraria y forestal en algunas zonas, así como las reforestaciones pasadas que van madurando, suponen el avance o madurez de los bosques y zonas arbustivas, lo que parece explicar que gran parte de las especies más generalistas ligadas a estos medios tengan tendencias positivas y mejor estado de conservación que las anteriores.
«Sorprende ver en la lista de declives a aves que forman parte de nuestro imaginario colectivo porque son aves que siempre nos han acompañado. El gorrión es, probablemente, el mejor ejemplo, pero hay otras aves comunes que están lanzando la misma voz de alarma. Son el termómetro de la salud de nuestro medio ambiente, pero también ponen números al estado de nuestra calidad de vida», expresa Asunción Ruiz. No en vano, el programa Sacre es uno de los indicadores para que Eurostat determine la calidad de vida de la ciudadanía europea.