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El cañón del Luchena.
Por el cañón de Luchena

Por el cañón de Luchena

Sierras de Lorca, María, los Vélez y Puerto Lumbreras ·

Las filtraciones del pantano de Valdeinfierno llenan de vida la garganta que conduce al nacimiento del río, habitualmente seca

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Jueves, 14 de diciembre 2017, 12:21

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Doce buitres volaban en círculo el viernes pasado sobre el pantano de Valdeinfierno, en la esquina de Lorca que se funde con el soberbio parque natural de Sierra María-Los Vélez.

Las enormes carroñeras se dejaban llevar por unas corrientes de aire raramente cálidas para este tiempo mientras avistaban un espectáculo también poco frecuente, provocado por las últimas lluvias: el cañón del Luchena rebosante de agua en el tramo comprendido entre la presa y el nacimiento del río, tres kilómetros más abajo, en el paraje de los Ojos.

Por esta bellísima garganta coronada por el pico Pericay –1.242 metros–, habitualmente seca como un cascabillo, corren ahora las aguas que dejan escapar las filtraciones del pantano de Valdeinfierno, donde se embalsa el caudal del río Caramel, también conocido como Alcaide.

Las filtraciones de agua que bajan por la presa, el cortijo de los Ojos, al final del camino, y un galápago en el cauce.
Imagen principal - Las filtraciones de agua que bajan por la presa, el cortijo de los Ojos, al final del camino, y un galápago en el cauce.
Imagen secundaria 1 - Las filtraciones de agua que bajan por la presa, el cortijo de los Ojos, al final del camino, y un galápago en el cauce.
Imagen secundaria 2 - Las filtraciones de agua que bajan por la presa, el cortijo de los Ojos, al final del camino, y un galápago en el cauce.

Por eso, y durante unos días, hay una oportunidad única para recorrer el cañón tal y como se encontraba hace cientos de años. Para iniciar esta ruta hay que saltar una valla metálica que da paso a los 250 escalones que se pierden en el fondo del cauce.

Una vez abajo, sólo hay que seguir el río, que nos obligará a cambiar de margen una y otra vez. Un bastón de marcha nos ayudará en los vadeos más comprometidos. No será difícil ver grandes galápagos en las orillas, plagadas de huellas de arrui y cabra montesa –ambas especies cohabitan en este espacio natural–.

Las aguas del río Luchena.
Las aguas del río Luchena.

Tardaremos una hora y cuarto en alcanzar el cortijo de los Ojos, donde nace el río Luchena, y cuyas aguas se confunden ahora con las que bajan por la garganta. Si nadie los ha cogido o no se los han comido los jabalíes, en torno a un par de pinos han brotado unos diez kilos de níscalos. Que pueden ser suyos.

La excursión

  • Dónde: Cañón del río Luchena (Sierra de la Culebrina, Lorca).

  • Dificultad: Media-baja.

  • Cómo llegar: Desde Lorca, hay que seguir por la carretera de Caravaca hasta Zarcilla de Ramos. Desde aquí, una estrecha carretera lleva hasta el pantano de Valdeinfierno.

  • Cartografía: Culebrina (952-II), La Fuensanta (952 IV) en 1:25.000.

  • Cobertura de móvil: Nula.

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