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Los actores Megan Montaner y Alain Hernández, en una escena de 'Monteperdido'. TVE
Por qué veo 'Monteperdido'

Por qué veo 'Monteperdido'

La serie de TVE captura no solo la belleza del Pirineo, sino también el ambiente cerrado y opresivo de sus aldeas más apartadas

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Lunes, 29 de abril 2019

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Tenía claro que iba a ver 'Monteperdido' desde que TVE eligió como imagen promocional el plano cenital de un bosque de abetos. El verde oscuro me puede. Después de cuatro capítulos (el quinto, emitido este lunes por la noche, aún tardaré un par de días en ponérmelo), sigo enganchado a la serie porque ha captado muy bien aspectos del Pirineo que conocí muy bien hace años, cuando dedicaba los veranos a recorrer la cordillera de punta a punta. Eso de que la montaña manda, en frase un tanto tópica pronunciada por el guardia civil al que interpreta el actor Alain Hernández, es tan cierto como el carácter cerrado e incluso hosco de quienes viven en las aldeas más apartadas. Os cuento.

Nunca olvidaré cuando atravesé el macizo por pistas forestales desde Alins (Pallars Sobirá, Lérida) hasta Andorra, hace quizá veinte años. Vadeé el río Noguera, a su paso por el caserío semiabandonado de Tor, cruzando los dedos por si al Land Rover le daba por atascarse en medio del cauce. El alcalde de Alins (nos alojábamos en su casa rural) tuvo la gentileza de contarme la historia truculenta en torno a esas montañas comunales que habían provocado tres asesinatos, no del todo aclarados y uno de ellos reciente.

Tiempo después devoré el reportaje novelado que escribió sobre este caso el periodista de TV3 Carles Porta, 'Tor, la montaña maldita', un libro excepcional que recomiendo por igual a los amantes del Pirineo y de la serie negra. En la línea de 'A sangre fría' de Truman Capote, y no exagero. Años más tarde se produjo el crimen de Fago, seguro que lo recordáis, y Carles Porta, que investigaba el suceso, tuvo la suerte (me refiero a suerte profesional) de dormir en la hospedería del asesino confeso, Santiago Mainar, pocos días antes de que este se declarase autor de los disparos que acabaron con Miguel Grima, alcalde de ese pueblo del Alto Aragón.

En fin, la cara B del Pirineo, casi tan atrayente como su naturaleza grandiosa, que 'Monteperdido' ha sabido captar muy bien, y además bajo la mirada de un autor en principio ajeno a esa atmósfera: el lorquino Agustín Martínez (1975), guionista también de la serie. Como relató hace ahora dos años a mi compañera Rosa Martínez, concibió la historia como un guión televisivo pero, como el proyecto se quedó en un cajón, se animó a publicarla como novela. La lanzó Plaza & Janés en 2015 y se convirtió en un éxito internacional.

Cascada de la Cola de Caballo, a los pies del Monte Perdido, en el Valle de Ordesa.
Cascada de la Cola de Caballo, a los pies del Monte Perdido, en el Valle de Ordesa. LV

Otros recuerdos son más luminosos: las caminatas en el Valle de Ordesa por la estrecha Faja de Pelay hasta caer deslumbrados (y derrengados) a los pies de la cascada de la Cola de Caballo; la inmensidad del Monte Perdido desde el refugio de Goriz; el descenso del río Arazas por las Gradas de Soaso; los quebrantahuesos volando en círculo sobre el Cañón de Añisclo; las marmotas en las laderas del Valle de Pineta; las cenas en el hotel Villa de Torla a la hora de los guiris (sopa y estofado de rebeco)...

...el ascenso a todos los 'estanys' del Parque Nacional de Aigüestortes; las dos horas más placenteras que recuerdo (al margen de), en el balneario de Caldes de Boí; el misterio de la Selva de Irati, un bosque de hayas y abetos donde solo faltan los enanos; comer magret de pato en el restaurante Txiki Polit mientras diluvia en Burguete; Roncesvalles bajo un velo de niebla; o recorrer la cuerda de la Sierra de Abodi y pasear después por Ochagavía hasta la confluencia de los ríos Zatoya y Anduña, entre otros placeres a los que quito el polvo de vez en cuando. Aunque sean inolvidables.

'Monteperdido', que se rodó en verano en el Valle de Benasque (Huesca), también ha captado muy bien esos paisajes de belleza insultante, donde es una faena acostumbrarse a que todo lo que te rodea sea tan perfecto y deslumbrante.

El actor Juan Díaz, que interpreta a Gaizka, durante el rodaje en el Valle de Benasque.
El actor Juan Díaz, que interpreta a Gaizka, durante el rodaje en el Valle de Benasque. TVE

Eso me ha enganchado de 'Monteperdido': la belleza del Pirineo, el ambiente de misterio y secretos que se vive en sus pueblos y la historia (tremenda). Por lo demás, los actores están bien aunque a veces cuesta entender lo que dicen (o yo me estoy quedando sordo o hablan muy rápido y/o muy bajo). Aunque Francis Lorenzo no se merecía que lo acribillase a bocajarro en el cuarto capítulo un guía de excursiones metido a camello de poca monta (Gaizka, Juan Díaz, mi personaje favorito).

PD. Ya que me he metido a crítico televisivo, os recomiendo dos series que he visto recientemente: 'Fortitude' y 'The affair'.

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