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ATLAS ESPAÑA
Lunes, 25 de marzo 2019, 08:05
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La historia de Waleen y su madre Layla, ambos nombres ficticios para preservar su intimidad, comenzó hace unos meses. El pequeño de tan solo ocho años estaba jugando con sus amigos en las calles de Yemen cuando un ataque aéreo le alcanzó. Tal y como cuenta, "se desmayó y fue llevado en ambulancia al hospital". La explosión le afectó gravemente a los ojos y le dejó parcialmente ciego. Gracias a la ayuda de una ONG, Waleed fue operado, le salvaron la vista pero todavía le faltan más intervenciones. Además, su madre asegura como "Waleed siempre se queja de su cabeza debido al aumento de la presión ocular tras la operación". Como él, muchos niños sufren esto cada día en la ciudad de Yemen, tan solo en los últimos meses, 217 menores yemeníes han resultado heridos. Los niños son, sin duda, las víctimas de la guerra más vulnerables.-Redacción-
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