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Los voluntarios colocan los cuerpos de los fallecidos a un lado de la carretera.

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Los voluntarios colocan los cuerpos de los fallecidos a un lado de la carretera. REUTERS

Ucrania denuncia la muerte de 24 civiles baleados por tropas rusas

Las víctimas han sido halladas dentro de siete vehículos acribillados en Kupiansk cuando huían de los combates a finales de septiembre

ivia ugalde

Sábado, 1 de octubre 2022

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Apenas 24 horas después del bombardeo ruso sobre un convoy humanitario en Zaporiyia que dejó una treintena de fallecidos y más de un centenar de heridos, el macabro hallazgo de un ataque de similares características salió a la luz este sábado en la localidad de Kupiansk, perteneciente a la norteña provincia de Járkov. Según informó el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), los cuerpos sin vida de 24 personas fueron localizados en el interior de siete vehículos acribillados a tiros. Los hechos, de los que no se tenía constancia hasta ahora, se habrían producido el pasado 25 de septiembre, precisó la oficina del fiscal de la región en un comunicado.

Las víctimas son «civiles que intentaban escapar de los bombardeos», denunció en su canal de Telegram el gobernador de Járkov, Oleg Sinegubov, para quien «esta es una brutalidad que no tiene justificación». «Los rusos dispararon contra los civiles a corta distancia», añadió al tiempo que las autoridades de Kiev anunciaban la apertura de una investigación. Las primeras hipótesis apuntan a que las fuerzas rusas expulsadas el pasado domingo de la localidad sureña de Kyrylivka -a unos 70 kilómetros al este de Járkov- estarían detrás de la masacre.

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Sinegubov precisó que los cadáveres, entre los que figuran 13 niños y una mujer embarazada, se localizaron este sábado en la llamada 'zona gris' entre las líneas de los dos Ejércitos. Concretamente entre la provincia Svatove, ocupada por las fuerzas rusas en Lugansk, y Kupiansk, en la región de Járkov, que fue liberada por las tropas de Kiev a principios del mes pasado durante su gran ofensiva en el este del país, aunque todavía era escenario de combates. Un responsable del Departamento de Atención Médica de Emergencia de Kupiansk confirmó las cifras de víctimas en un vídeo compartido por canales oficiales ucranianos.

El SBU avanzó que los siete vehículos fueron tiroteados por un grupo ruso que usó armas de fuego para atacar la columna cuando los civiles intentaban huir de los combates. El organismo, para dejar constancia de los hechos, publicó imágenes de los coches destruidos, algunos quemados hasta quedar irreconocibles, en una carretera junto a una vía férrea y lo que parecían ser restos carbonizados de personas. Dos cuerpos estaban sentados en los asientos del conductor de sus automóviles; uno estaba sosteniendo el volante.

El hallazgo ha tenido lugar apenas un día después de que el Ejército ruso bombardeara una caravana de vehículos que se desplazaba a la región de Zaporiyia para ayudar a huir a familias y amigos horas antes de que Vladímir Putin anunciara la anexión de este territorio y de las provincias de Jersón, Donetsk y Lugansk. En el último balance ofrecido este sábado, las autoridades cifraron en 30 las víctimas mortales, así como en 118 los heridos. Eran «todos civiles», miembros de un «convoy humanitario», señaló la víspera el jefe de la autoridad militar de la zona, Oleksandr Staruj.

Hospitalizados

La Policía de Zaporiyia detalló este sábado que entre los fallecidos hay dos menores de edad y un militar que se encontraba de guardia en el control de carretera y resultó afectado por la metralla. Asimismo, permanecen hospitalizadas en diversos centros sanitarios 81 personas, incluida una niña de tres años. Algunos presentan lesiones muy graves, por lo que no se descarta que el número final de víctimas mortales se vea incrementado.

El ataque en Zaporiyia, uno de los más sangrientos que se recuerdan desde el inicio de la guerra el pasado 24 de febrero, se produjo cuando «la gente hacía cola para marcharse, para recoger a sus familiares o para recibir ayuda», declaró el viernes un testigo a medios locales. El lugar, ya de por sí muy transitado al ser el punto de concentración de vehículos que entran y salen de este territorio ocupado por los rusos desde inicios de marzo, acogía a una gran multitud de personas en el momento en que impactaron los misiles.

El deseo de huir de inmediato se había apoderado de la población ya que en cuestión de horas Putin se disponía a declarar la adhesión del territorio, lo que, según la legislación del Kremlin, convertiría a todos sus habitantes en ciudadanos rusos. Las imágenes posteriores fueron descorazonadoras y guardan gran similitud con las que se difundieron este sábado de Kupiansk. Todavía podía verse también aferrados a los volantes a algunos de los fallecidos mientras un reguero de sangre, cuerpos y pertenencias yacían en el asfalto.

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