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Lanzamiento de un misil. Efe
EE UU y Rusia juegan a la guerra fría

EE UU y Rusia juegan a la guerra fría

Moscú amenaza con «medidas militares» si Trump cumple su anuncio de salirse del acuerdo sobre armamento de 1987

Rafael M. Mañueco

Moscú

Jueves, 1 de enero 1970

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Estados Unidos y la OTAN llevan meses acusando a Rusia de violar el tratado de limitación de armas nucleares de alcance medio (Intermediate Nuclear Forces Treaty, INF), que firmaron en 1987 los entonces presidentes Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov. Donald Trump advirtió de que, por esos incumplimientos, su país podría abandonar el INF. Moscú reaccionó con virulencia y mucha gesticulación.

«Si los estadounidenses continúan retirándose unilateralmente de todo tipo de acuerdos, como el de Irán, como éste (...) nos veremos obligados a tomar medidas de respuesta, incluso de carácter militar, aunque no queramos ir tan lejos», afirmó el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov. «Condenamos los continuos intentos de lograr concesiones de Rusia mediante el chantaje, sobre todo en cuestiones que tienen que ver con la seguridad mundial», añadió en declaraciones difundidas por las agencias TASS, RIA-Nóvosti y otros medios rusos.

A juicio de Riabkov, «la incapacidad y falta de voluntad de llegar a acuerdos razonables con nosotros empujan a ciertas fuerzas en Washington a hacer que la dirección del país se salga del tratado (...) y eso sería un paso muy peligroso que, estoy seguro, no sólo no sería comprendido por la comunidad mundial sino que sería objeto de una seria condena». El responsable diplomático sostiene que su país «no sólo no está violando el tratado, sino que lo respetamos estrictamente (...) incluso hemos sido pacientes durante años ante las flagrantes infracciones por parte de EE UU».

Gorbachov también intervino para criticar la actitud de Washington, que calificó de «poco inteligente». «En ningún caso hay que romper un acuerdo de desarme», subrayó y lamentó que la situación puede terminar «socavando todos los esfuerzos desplegados en su día por la URSS y EE UU en pro del desarme nuclear».

El sábado por la noche, al final de un acto de campaña en Nevada de cara a las legislativas de noviembre, Trump dijo que «Rusia ha estado violando el acuerdo durante muchos años y no sé por qué Obama no negoció ni se retiró». A principios de mes se reunieron los ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas y trataron el asunto. El secretario general, Jens Stoltenberg, se refirió en particular al nuevo misil ruso que supuestamente incumple el INF, el 9M729. «No son transparentes en el desarrollo del nuevo misil. Durante años lo han negado. Ahora han admitido su existencia y mientras no respondan a nuestras preguntas lo más plausible es que estén violando este tratado», alertó.

En mitad de la controversia llegó ayer a Moscú el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, a quien se atribuye el principal papel a la hora de convencer a Trump de que abandone el INF. Bolton podría ser esta vez recibido por el presidente Vladímir Putin. La idea inicial de este viaje era preparar una nueva cumbre entre los dos presidentes. Se baraja París hacia mediados de noviembre como sede del posible encuentro.

La representante ante la OTAN de EE UU, Kay Bailey Hutchison, advirtió a principio de mes de que su país podría lanzar un ataque contra Rusia para impedir que desarrolle el misil 9M729. Después matizó diciendo que «no hablaba de un ataque preventivo». Putin, por su parte, dijo el jueves en Sochi que, si su país es atacado en un conflicto nuclear, «nosotros, como víctimas de la agresión, iremos al paraíso como mártires mientras ellos simplemente la diñarán sin siquiera tener tiempo para arrepentirse».

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