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Bolsonaro con chaleco antibalas; y Hadad con una rosa, ambos tras depositar su voto. REUTERS
El ultraderechista Bolsonaro gana las elecciones en Brasil

El ultraderechista Bolsonaro gana las elecciones en Brasil

La jornada de votación fue empañada por el asesinato de un simpatizante del PT, en un brote de agresiones entre ambos partidos

marcela valente

Corresponsal. Buenos Aires

Jueves, 1 de enero 1970

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Más de 147 millones de brasileños votaron este domingo en la segunda vuelta de las presidenciales tras un polarizado proceso electoral entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y el progresista Fernando Haddad. El excapitán del Ejército obtuvo 57,7 millones de votos (55,18%) contra 46,8 millones (44,82%) para el izquierdista Fernando Haddad, tras el escrutinio de más del 99,91% de las urnas.

«No podemos seguir coqueteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda», agregó el flamante presidente electo desde su casa de Rio de Janeiro, en un mensaje emitido en vivo por las redes sociales, llave maestra de su campaña.

La recta final de la campaña ha estado marcada por un brote de violencia con repetidos ataques a partidarios del izquierdista, que culminaron en la noche del sábado con el asesinato a tiros de un joven de 23 años en Pacajus, un municipio del estado de Ceará, ubicado a sesenta kilómetros de Fortaleza.

El muchacho, un albañil de nombre Charlione Lessa Albuquerque, se desplazaba en un automóvil junto a su madre, sindicalista del gremio textil, en la caravana de apoyo al candidato del PT que se realizó el fin de semana en esa ciudad. En medio de un clima festivo, un individuo se bajó de otro vehículo, gritó a favor de Bolsonaro y empezó a lanzar disparos al aire. Uno de los proyectiles impactó en la cabeza de Charlione, que murió cuando era trasladado al hospital.

La Confederación Nacional de Trabajadores del Vestido -donde su madre ocupa la secretaría de la mujer- advirtió de que «Brasil no es un país intolerante» y que «no puede permitir que una candidatura irresponsable como la de Bolsonaro transforme una tierra pacífica en un campo de guerra». En un mensaje mediante las redes sociales, Haddad consideró «inadmisible» el asesinato del joven que participaba de un acto de su campaña. «Estaba en un coche junto a su madre celebrando la democracia y terminó muerto», dijo.

El caso de Charlione no ha sido el único. La organización no gubernamental Ópera Mundi realizó un Mapa de la Violencia Política en Brasil y alertó sobre 136 casos sólo este mes. Del total de ataques, ocho terminaron en muertes. El líder de la entidad, Haroldo Sereza, señaló que la gran mayoría de los agresores son hombres y las víctimas negros o miembros del colectivo LGTB, un hecho que coincide con las minorías atacadas por el discurso racista y homófobo del candidato ultraderechista.

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El 7 de octubre, día de la victoria de Bolsonaro en la primera vuelta, un maestro de capoeira afrodescendiente que había votado por Haddad en Salvador fue asesinado a puñaladas por un fanático del ultranacionalista. Días después una transexual de 25 años fue atacada también por simpatizantes del candidato derechista. La mujer murió poco después en el hospital. Además se registraron numerosas denuncias por agresiones callejeras de desconocidos que portaban camisetas de apoyo a Bolsonaro, que amedrentaban a gays, afrodescendientes o a mujeres y que advertían de que su candidato terminaría con las minorías.

Chaqueta antibalas

Custodiado por un fuerte operativo de seguridad Jair Bolsonaro, gran favorito para convertirse en el nuevo jefe de Estado de Brasil, votó este domingo en Río de Janeiro, mientras su rival Fernando Haddad lo hizo en Sao Paulo confiado en revertir el vaticinio de las encuestas.

Convaleciente de un atentado que sufrió en septiembre cuando un desconocido le apuñaló, Bolsonaro acudió a la urna acompañado de su mujer y pertrechado con chaleco antibalas. Ingresó en el colegio por la parte de atrás para esquivar a la prensa y sólo respondió brevemente cuando se le preguntó por sus expectativas: «Por lo que vi en las calles en los últimos meses la victoria es mía», concluyó. A su alrededor el resto de los electores tuvieron que pasar por un detector de metales.

Haddad votó también con su esposa. Lo hizo en una escuela de Sao Paulo, la ciudad de la que fue alcalde. Dijo estar «muy confiado en un gran resultado». «Vamos a luchar hasta el último minuto. Las encuestas indican una remontada importante de nuestro proyecto y estoy esperanzado», afirmó. Para el abanderado del PT «la democracia está en juego».

Discurso radical hasta el último minuto

La radicalidad que ha presidido la campaña se extendió hasta la misma jornada electoral. Las expresiones polémicas de Bolsonaro y su clan no han faltado ni incluso en la recta final. Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del candidato, ha colocado en las últimas horas en el punto de mira al Poder Judicial y llegó a decir que apenas hacia falta un soldado o un cabo para clausurar el Tribunal Supremo. El resto de la familia no se quedó atrás y arremetió contra los simpatizantes de su rival con expresiones machistas, homófobas y racistas.

En este contexto, Bolsonaro rehuyó el tradicional debate televisivo escudándose en las secuelas del atentado y realizó una campaña polémica con acusaciones falsas en redes sociales. La mayor denuncia en ese sentido fue del diario 'Folha de Sao Paulo', que alertó sobre la compra de paquetes de noticias falsas disparadas en forma masiva por la red Whatsapp contra Haddad y el PT.

A pesar de las advertencias de la justicia electoral y de las investigaciones en curso, el equipo del candidato ultraderechista ha seguido por esta vía hasta la víspera de los comicios. A pocas horas de abrirse los colegio, el PT denunció que nuevas informaciones falsas inundaban los móviles de millones de electores. Se trataba de un mensaje con la fotografía del líder progresista y una niña de 11 años. El texto advierte que Haddad abusó de la menor.

La presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, consideró que sólo «canallas y bandidos» pueden llevar a cabo la propagación de información falsa. El partido anunció que presentará una denuncia judicial.

Notables como el expresidente del Tribunal Supremo Federal Joaquím Barbosa, primer mandatario afrodescendiente en la corte a propuesta de Lula; o el exprocurador general Rodrigo Janot, fiscal general del 'Lava Jato', la investigación por sobornos y de las denuncias contra el actual presidente Michel Temer, apoyaron a última hora a Haddad.

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