El miedo a la fiebre aftosa
Hemeroteca de laverdad.es (1903-2020)
El brote de fiebre aftosa que causó tanto estragos en el sector ganadero del Reino Unido hace 20 años, y que llegó a otros países como Irlanda, Francia y Holanda, también tuvo consecuencias en España y, por ende, en la Región, aunque fuera de manera indirecta. Durante los primeros meses de 2001, esta enfermedad que afecta a los animales de doble pezuña, como vacas, ovejas, cabras y cerdos, provocando la formación de vesículas en la zona del morro y pies, principalmente, se adueñó de la actualidad, ante el impacto que supuso el sacrificio de más de tres millones de animales, aunque se descartaron riesgos para la salud humana. LA VERDAD contó a los lectores cómo se iban sucediendo los acontecimientos a raíz del descubrimiento de los brotes, así como las medidas de control que se adoptaban y sus efectos en la caída del consumo de carne.
Una emergencia veterinaria a nivel europeo que generó un enorme impacto en la opinión pública, muy por encima de otras alertas y enfermedades como la peste porcina. Y es que tras detectar el primer brote en unos cerdos en el matadero de Essex (sudeste de Inglaterra), el 25 de febrero, se dispararon los casos en las jornadas siguientes. En la edición del periódico del día 28 ya se recogía que «ganaderos, consumidores y partidos políticos exigen el cierre de fronteras», junto al sacrificio de 540 cerdos importados de las islas, que estaban en cuarentena en una granja de Burgos.
El 2 de marzo también se titulaba en portada que la Comunidad, por precaución, había resuelto prohibir los mercados ganaderos, así como la puesta en marcha de un gabinete de crisis epidemiológica y la movilización de sus veterinarios en caso de ser necesario.