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Gas Natural Comprimido

Gas Natural Comprimido

Una alternativa real a las tecnologías convencionales

Francisco cavas martínez

Lunes, 4 de febrero 2019

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La agenda 2030 para el desarrollo sostenible, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, promueve la conservación y el desarrollo de las ciudades como un ecosistema sostenible para el 'bienestar humano'. En este escenario, los vehículos propulsados con energías alternativas están llamados a formar parte del transporte sostenible tanto en las ciudades como en las carreteras.

Una variante a las tecnologías convencionales son los vehículos con tecnologías híbridas, como los que pueden funcionar tanto con Gas Natural Comprimido (GNC) como con gasolina.

Un coche a GNC es un tipo de vehículo bi-fuel (GNC/gasolina) con motor de combustión interna. El propulsor funciona con ambos combustibles, aunque por norma general emplea siempre por defecto el GNC, excepto a temperaturas bajas (básicamente al arrancar) cuando recurre a la gasolina hasta alcanzar una temperatura necesaria para que el gas trabaje debidamente. Una vez agotado el GNC el propulsor cambia de manera automática a gasolina sin que el conductor se percate del cambio.

Al emplear dos tipos de combustibles distintos se necesitan depósitos específicos para cada uno de ellos. En el caso del GNC, son depósitos fabricados en acero de alta resistencia que se ubican habitualmente donde iría la rueda de repuesto. Estos depósitos son igual de seguros que los de gasolina, estando regulados por la norma Europea ECE R 110 que les obliga a una revisión cada cuatro años (a nivel doméstico, las calderas de gas deben ser revisadas cada 2 años) y a una vida útil de 20 años.

Resulta oportuno indicar que la combustión de este tipo de vehículos es muy completa, por un lado el GNC produce menos depósitos en el motor, por lo que se mantiene limpio de forma natural, y por otro lado estos motores pueden trabajar a mayor compresión (el índice de octano del GNC es mayor que el de la gasolina), lo que significa que la auto-detonación es menor, por lo que el ruido y las vibraciones que producen durante su funcionamiento son menores en comparación con los motores convencionales. Así mismo, indicar que el mantenimiento mecánico de los GNC es igual que el de los coches convencionales.

En términos de consumo de combustible un coche de GNC a modo gas ahorra hasta un 50 % en comparación con un motor gasolina y hasta un 30 % con un motor diésel. En términos de reducción de huella ambiental, el GNC aventaja a los combustibles tradicionales al liberar menos de CO2 y NO2.

Otras ventajas a considerar de los automóviles a GNC son:

• Tienen la etiqueta ambiental de la DGT tipo ECO por lo que pueden circular y estacionar cuando se restringe el tráfico en las ciudades durante episodios de contaminación.

• En algunos ayuntamientos, estos coches pagan menos IVTM.

• Pueden pagar menos peaje en determinadas autopistas o en parquímetros de algunas ciudades.

• Pueden circular por el carril BUS/VAO.

Pero también hay alguna desventaja, como la pérdida de capacidad del maletero (en torno a 100 l) por la ubicación de los depósitos de GNC en comparación con el mismo modelo basado en otra tecnología, o la escasez de estaciones de reportaje para estos vehículos, son pocas, para que nos vamos a engañar, pero afortunadamente esta dinámica está cambiando. En este sentido, la Comisión Europea financia el proyecto Eco-Gate que promueve la instalación de este tipo de estaciones en varios países europeos, entre ellos España, por suerte en la Región contamos ya con varios puntos de recarga de GNC.

En resumen, un coche a GNC es idéntico a cualquiera de sus hermanos de gama (diseño, seguridad, etc.), por lo que los conductores de estos vehículos tienen la misma sensación al volante que si condujesen un coche basado en una tecnología convencional.

Francisco Cavas Martínez Profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena.

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