El cielo de la boca

Yes, we can

Veinticuatro horas antes de que Juan Guillamón, cocinero de Almo -antes conocido como AlmaMáter- se subiera al escenario principal de Madrid Fusión, un colega conocedor ... de las claves de la comunicación política me aseguraba que lo importante en cualquier campo profesional es dar con la frase. Que no hacen falta ni muchas ideas, ni liarse con un discurso amplio y sesudo porque se confunde a la audiencia y al final no dices nada. 'Yes, we can'; 'Puedo prometer y prometo'; 'Agua para todos'; o 'España nos roba' son algunos de los ejemplos que ponía de los mensajes que han calado en la sociedad sin necesidad de mucho más. Una idea o un concepto, en definitiva.

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Guillamón, de la mano de la Consejería de Turismo, era el encargado de representar a la Región de Murcia en el escenario principal de uno de los congresos gastronómicos más importantes del mundo y puso en práctica esta vieja estrategia comunicativa. Después de una intervención discreta en San Sebastián, el cocinero entendió que en estas oportunidades uno debe de mostrar un camino, el que sea, para demostrar que estamos vivos, que no somos solo la huerta de Europa pasada por la plancha o revuelta con huevo. Que somos más.

Guillamón comenzó una investigación sin precedentes con las salazones vegetales para, cinco meses después, venir a la capital y decir 'Esta boca es mía' al mundo culinario al completo. Innovación, investigación, técnica, murcianía y una puesta en escena cuidada y trabajada con cuatro buenos platos a modo de hilo conductor perfectamente elaborados y que plasmaban los meses de investigación en platos reales del restaurante.

Guillamón apostó este martes por seguir la máxima de la comunicación y gastó una sola bala con sus salazones vegetales, poniendo su restaurante, la gastronomía murciana y la Región entera a la altura de los mejores. Y todo, sin dejar de ser Juan. Salazones vegetales, 'Yes, we can'.

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