Una lección de historia

Así entiendo yo el vino. Eso sí, la creatividad es un esfuerzo más bien reactivo, un afán de aclimatación, como lo es la libertad. Son, eso sí, esfuerzos diferentes. Ser libre es codiciado por el creador, no es tan amable para la creación: no hay nada más agotador que un lienzo en blanco, nada más abrumador que un paisaje infinito. Partir de algo crea conexión, un hilo que seguir cuando quieres recorrer la historia y el sentido de las cosas.

Thibault Legrand ha entendido esto como nadie, con su particular y entusiasta conocimiento del suelo y la obsesión de su padre Patrice con los fósiles que hay en él. Este bodeguero del Valle del Marne (Francia), cuarta generación de viticultores, ha constituido lo que ellos llaman «Hyper Territory», a través del cual sus cuveés se forman por del ensamblaje de parcelas con suelos geológicamente idénticos (mismo período de la historia). Lutétien, en el caso que nos ocupa, está formado únicamente por suelos de la era Luteciense, hace unos 48 millones de años, ni más ni menos. Algo realmente único e impresionante.

Además, su trabajo en el viñedo es igualmente especial. Una de las prácticas más rompedoras en una región donde el monocultivo de viñedo lo abarca todo, fue la idea de unificar los árboles frutales con sus viñas. A día de hoy, ha plantado más de 60 árboles entre sus cepas, aportando biodiversidad al entorno. En cuanto a la elaboración, Thibault tiene una filosofía de mínima intervención, sin afectar prácticamente a la precisión de sus vinos. Fermentaciones y crianzas largas en barrica, y posterior crianza en botella con sus lías un mínimo de tres años. No chaptaliza, utiliza levaduras autóctonas, no filtra, no clarifica, no hay dosaje. Un champagne crudo.

Dicho esto, no estaríamos hablando de este vino solo por la historia, o por el mérito de autorestringirse en un mundo ya de por si prohibitivo. Lutétien es un blanc de blancs sorprendente. Tiene un fondo tremendamente mineral y una complejidad que a veces se me escapa, pero con una primera sensación de amabilidad que lo convierte en uno de los champagnes más interesantes del momento. No todos los días tenemos la oportunidad de disfrutar así de la historia.

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Lirac Domain moulin la virguerie

Hay cierto encanto en ser un ignorante de vez en cuando. Como el que se pone delante de un piano por primera vez y ve a un niño de cuatro años humillarle con pasmosa inocencia. Esto me pasó con este vino. Llegó a mi a través de un amigo, uno de esos genios desordenados que todos necesitamos cerca para avergonzarnos de vez en cuando. El Lirac de Gael Petit es probablemente uno de los vinos de clase mundial más desconocidos del mercado. Un tinto fresco, con carácter varietal y sobre todo representantes de la zona donde están, la más fina del sur de Francia, que aquí se refleja de forma impecable.

Bodega: Domanie Moulin La Virguerie. Variedad: Garnacha, Syrah, Monastrell. Zona: Lirac (Francia). Precio: 20 euros.