Cerveza artesana, la apuesta ganadora de la restauración

Como dato, la cerveza artesanal es desde hace unos años una de las grandes apuestas de la restauración. Y es que sus ventas han crecido en el último año un 17% y se prevé que este año continúe su ascenso. Por eso ya no es tan raro ver una amplia oferta de cervezas artesanales locales, como Cervezas Yakka, en locales gastronómicos como Pura Cepa. «La escena cervecera murciana está compitiendo con un consumo muy importante a nivel nacional», indica el hostelero y sumiller mientras sirve una Yakka Blonde.

«Para nosotros, apostar por este tipo de cerveza es fundamental, como en cualquier local que se considere gastronómico. Es responder a la filosofía de no especializarse solo en los mejores vinos, los mejores ingredientes, etc. y luego depender de una sola cerveza de carácter industrial. Se trata de ser coherente con el discurso, no tiene lógica que tengamos un local de este tipo sin varias cervezas de carácter artesanal, debería haber una oferta variada en cuanto a la singularidad de cada elaboración».

Hoy en día la cerveza artesanal está abriéndose al estilo de consumo propio de otras bebidas como el vino. Según Juanfran «hay un cambio generacional. Hace unos años nadie preguntaba por los tipos de cerveza que tenías. Es muy bonito ver la evolución diversificada y artesanal del segmento. Tiene que haber tanta variedad en la bebida como en la comida».

Cerveceras como Yakka se adaptan perfectamente a este discurso. Tienen «una oferta variada, con cervezas que pueden sustituir perfectamente a la industrial, por estilo y porque tienen la garantía de una elaboración artesana con todo mucho más cuidado».

Si algunos locales aún no han dado el paso de ofrecer este tipo de cervezas asegura que es por tres motivos, «el primero por infraestructura, no se diseñan los locales para tener más de un serpentín o más de una cámara. El otro gran hándicap es el riesgo que el hostelero cree que tendrá de no ser una cerveza bien aceptada, sobre todo en la parte más tradicional. Y el último es por la desmerecida creencia de que son cervezas pesadas. Como pasaba con el vino de la región, que tenían fama de cabezones. Esto hoy en día ya no ocurre, hay una gran variedad, pasa lo mismo con la cerveza. Ahora hay muchos estilos y nos falta formación para saber que si, por ejemplo, es lager no es pesada».

También se está haciendo hincapié en el consumo local y la elaboración de cervezas únicas con ingredientes regionales como cereales, frutas, incluso flores que podrían hacer de estas recetas una denominación de origen.

Ante la pregunta de por qué sus clientes prefieren la cerveza artesanal a la industrial, el hostelero asegura que «prefieren un producto mucho más gastronómico, profundo organolépticamente hablando, de disfrute, más reflexivo, emocional. El que busca la artesana busca un punto más de reflexión y de profundidad en el producto».

El futuro de la cerveza artesanal es muy esperanzador en el sector de la restauración. «Las nuevas generaciones, y cada vez vienen más rápidas, han entrado en una vertiente de productos más artesanos y variados donde se premia todo esto. De hecho, las grandes marcas están copiando y están absorbiendo lo artesano dentro de lo que es rentable para ellos».

En Pura Cepa, se ofertan algunas cervezas artesanales, en concreto algunas cervezas de Yakka como Blonde, Märzen y una elaborada especialmente para el restaurante llamada Pura Birra, una lager con una adición extra de lúpulo. «De trago relativamente largo, con todo el perfil de hacer una cerveza artesana con buena materia prima, con buen cereal, buen lúpulo. Tiene esa nota bonita no pesada, con lo sutil que aporta el lúpulo fresco, que equilibra un poco la parte amarga y radical de la cerveza con una parte aromática bonita. Para mi una descripción perfecta sería una Lager bonita».

Sobre qué cerveza le marcó un antes y un después en su pasión por esta bebida, y la que le hizo adentrarse en este mundo que en España estamos aún por descubrir, lo tiene claro: «Tengo un bonito recuerdo de la Yapale de Yakka. Me gustaba mucho, era cerveza para disfrutarla. Marcó mi inicio con ellos, como aficionado a las cervezas artesanas y me motivó mucho a la hora de abordar un cambio de dinámica».

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