La guinda del Camino de Caravaca de la Cruz

Con todos estos ingredientes encima de la mesa se inicia el proceso de elaboración para LA VERDAD. Aquí no se utiliza máquina alguna, salvo la necesaria para el horneado y la elaboración del merengue. El resto es todo artesano y nace de las manos de los pasteleros de esta empresa familiar que inició su andadura hace ya varias décadas, recogiendo una larga tradición artesanal, en el año 1995.

En primer lugar se elabora el bizcocho, mezclando la harina candeal y la harina de almendra con el huevo (clara y yema), la leche fresca, el almíbar (un glaseado de miel), la ralladura de limón y la gaseosa. Preparada la masa se vierte en los moldes y se hornea. Ningún bizcocho es igual a otro, ya que el proceso es totalmente manual. Una vez preparado los bizcochos, se bañan con el almíbar (un glaseado de miel) y se procede a rellenar los huecos centrales con una masa elaborada con yema de huevo y azúcar con un ligero toque de almendra. A continuación, se completa con el merengue, elaborado con clara de huevo natural, que se deposita sobre los bizcochos ya rellenos con la yema, formando un cono invertido sobre el que se espolvorean, primero, unos trocitos de almendra y, para finalizar, azúcar glass.

El dulce se puede degustar en las cafeterías 'El Horno', pero también se pueden llevar a casa en paquetes de cuatro unidades y, en este caso, se estará colaborando con la Fundación Española de Lucha contra la Leucemia, ya que un euro de cada caja va destinado a esta organización sin ánimo de lucro. Para José Martínez, que está a los mandos de este proyecto familiar, «es la tercera vez que ponemos en marcha una iniciativa a favor de la Fundación. Con anterioridad hicimos un desayuno y una cena solidarias; ahora hemos querido seguir colaborando con esta organización». El capitán de este barco confiesa que «cuando tengo un rato libre, me vengo a las oficinas del obrador para dar rienda suelta a la creatividad y pensar en un nuevo producto o cómo mejorar los procesos de producción». En cuanto a los ingredientes, afirma que «elegimos siempre los de mayor proximidad posible. En el caso de 'La delicia del Camino' son casi todos productos locales excepto la leche, que viene de Totana, y los huevos, que son de Moratalla».

José se muestra satisfecho de los resultados de este proyecto que nació hace casi treinta años y en el que participa toda la familia. La apertura de la primera cafetería - obrador fue todo un éxito, tanto por la calidad del producto como por la decoración del local, frutos, sin duda, de la capacidad creadora de quienes están al frente de esta iniciativa empresarial.

En estos establecimientos también se pueden encontrar otras especialidades de la casa, como las 'toñas' o los 'machacos', elaborados con una receta cedida por Juanica Cifuentes. También incorporan a su carta panes de larga fermentación, tartas (no se pierda el lector la de galleta de chocolate con sabor a café) y los helados en la época estival. En total, más de 30 referencias en bollería y dulces artesanos, unas 50 en tartas y unas 60 en helados de todos los colores y sabores. José Martínez, responsable de esta empresa en la que trabajan varios miembros de la familia como hermanos, sobrinos y cuñados, adelanta que «para este verano ya estamos preparando un helado con sabor a la delicia del Camino». El sabor más dulce y refrescante de la peregrinación que, por supuesto, habrá que probar.

La creatividad es una máxima para esta familia que fusiona la innovación con una larga tradición familiar que nació en el horno de la panadería De Ramírez, en la calle Nueva. Allí trabajó Juan Martínez, 'El Pájaro' y también alguno de sus hijos. El olor a harina y pan recién horneado fue generando un cariño especial hacia esta profesión heredada y deseada que fue cobrando forma hasta la apertura de la primera cafetería y el primer obrador en dos locales contiguos en plena Gran Vía de Caravaca de la Cruz. Más tarde, el segundo obrador abrió sus puertas en la calle Diego Cortés y, finalmente, el tercero y, por ahora definitivo, en una nave de la antigua carretera de Murcia.

La mayor parte de la producción es para las cafeterías El Horno en Caravaca que, tras el cierre de la primera, se abrieron en la calle Mayor (en pleno casco histórico) y, más tarde, en la avenida de La Constitución. En estos dos establecimientos se vende la mayor parte de la producción del obrador de 'Las delicias del Horno' aunque también se pueden encontrar sus productos en algunos supermercados de Madrid y Castellón, en otras grandes superficies de la Región y otros establecimientos de hostelería de Caravaca y de otras ciudades del Noroeste. Sin contar, claro está, la 'exportación' que realicen a sus lugares origen los peregrinos que caigan prendados de esta delicia exclusiva de la Ciudad de la Cruz.

Aunque con buena fama de pasteleros y confiteros, la innovación llega también a otras especialidades más 'saladas' como las croquetas elaboradas con una receta preparada por Coral, la chef de El Horno, a la que también hay que reconocer la creación de una hamburguesa que ha sido elegida entre las 15 mejores de España en un concurso nacional al que concurrieron con un pan brioche elaborado con pimentón de la vera. Entre estas especialidades, de las más demandadas, está la empanada de boquerón con un perfecto acabado y con productos seleccionados con muy buen criterio por los responsables del obrador, que comenzaron fabricando dulces y tartas a mano de forma totalmente artesanal para suministrar a sus propios establecimientos y a otros locales de la zona y que, con el tiempo han ido diversificando sus productos, manteniendo siempre la tradición en las recetas y la elaboración totalmente artesanal. A día de hoy disponen de un amplio catálogo de panes, dulces y tartas que comercializar en congelación. También cuentan con la infraestructura adecuada para servir sus productos en toda España y satisfacer cualquier demanda que le planteen sus clientes. Las bases principales de este proyecto familiar que ya alcanza su tercera generación, con la tradición y la artesanía, con una buena dosis de creatividad que les permite innovar siendo fieles a su origen. En tres décadas, el proyecto iniciado en los años noventa del siglo pasado, se han consolidado como grandes artesanos que crean ediciones limitadas, que cuidan los pequeños detalles y que miman cada elaboración para ofrecer la mejor calidad y experiencia.

'La delicia del Camino' puede ser el complemento más dulce de la 'caravacensis'. La guinda de la peregrinación y un bocado divino para coronar el Año Jubilar.

La tradición repostera de Caravaca de la Cruz se pierde en el tiempo y se podría afirmar que quienes se dedican ahora a este noble oficio son herederos de recetas, como las del alfajor o el mazapán, que tienen su origen en la época medieval, cuando estas tierras estaban bajo el dominio musulmán. Los postres caravaqueños más conocidos son, sin duda, los postres lácteos del grupo Reina. Los orígenes de la empresa se remontan a 1926, cuando la familia Reina funda una industria de chocolates y turrones que inundaba las calles circundantes a la fábrica de un aroma que muchos aún recuerdan. Posteriormente, en 1960, se inicia la elaboración de productos de pastelería y dulces de navidad. Una década más tarde, la empresa comienza con la fabricación de postres lácteos, manteniendo sus recetas tradicionales e incorporando innovación y tecnología, para conseguir nuevos productos que les han permitido escalar hasta el primer puesto en producción de postres lácteos en España.

El grupo Reina también ha incorporado un nuevo producto a su extensa y variada carta, denominado el 'Postre del Camino'. Una creación inspirada en el Año Jubilar de Caravaca de la Cruz 2024, pero que también es un homenaje de las empresas del grupo a este acontecimiento que se celebra cada siete años y que atrae hasta la ciudad a miles de personas atraídas por el halo místico de la Sagrada Reliquia, cuya presencia en estas tierras está documentada desde el primer tercio del siglo XIII.

Este nuevo postre está elaborado con una suave crema de nata, con el mejor café Salzillo (empresa que también está integrada en el grupo Reina) y una base con bizcocho de cacao. Este bizcocho está calado con infusión del llamado 'café del Camino', una producción con la que la empresa cafetera murciana quiso rendir su homenaje a las rutas de peregrinación a Caravaca y que está elaborado a partir de un blend de cafés ecológicos y de comercio justo, cien por cien de variedad arábica.

El 'postre del Camino' está elaborado «con esmero» por especialistas que trabajan a diario en el Centro de Innovación y Desarrollo del grupo para mejorar y controlar los procesos de elaboración, según fuentes de la empresa. Una vez seleccionados los ingredientes, son mezclados, pasteurizados y batidos cuidadosamente para obtener textura de mousse en diferentes capas.

El 'postre del Camino' viene presentado en un pack de dos unidades. El diseño muestra una parte del Camino de la Cruz, un recorrido especial y mágico para los peregrinos que llegan a este rincón buscando el amparo de la Sagrada Reliquia.

Es un postre que «sorprende y que hace las delicias de los amantes del café». Como afirman sus creadores, «cada cucharada es un viaje de sabores que celebra este año especial y esperamos que quienes lo prueben, lo disfruten tanto como nosotros hemos disfrutado creándolo».