La Mariposa de Fran: trufa y bogavante
El restaurante cambia de ubicación para ganar visibilidad pero mantiene la carta de pastas, pizzas y entrantes que lo ha convertido en un referente regional
Francesco lo hace fácil. Además de elaborarlo todo en casa, este cocinero italiano afincado en Murcia desde hace más de una década tiene un paladar ... y un sentido del gusto que lo ha llevado a hacer algunos de los platos de pasta más increíbles de toda la Región.
Si bien es cierto que hace una de las pizzas más ricas de la capital, con permiso de restaurantes como In fraganti, La Góndola, Escabetti o La Pizzería Alemana, entre otros, bajo mi punto de vista La Mariposa de Fran se despega un poco de sus colegas en los platos de pasta. Concretamente en dos, aunque todos son de un nivel de satisfacción altísimo, tanto en el sabor, la textura y la combinación de sabores como en las cantidades y en su relación calidad y precio. Y esto no pasa en todos los establecimientos mencionados anteriormente.
El caso es que, desde hace unos meses, Fran se ha mudado con su Mariposa a una zona más visible. De estar escondido en La Flota ha pasado a ubicarse muy cerca de Juan de Borbón, junto al edificio blanco y negro de Profusa. Posiblemente, la zona que más vaya a crecer gastronómicamente durante los próximos años gracias al lío de circulación que nos toca sufrir a los que tenemos que entrar en la capital para buscar un restaurante. Al tiempo.
8
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Cocina
8/10
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Calidad/precio
8/10
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Servicio
7/10
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Local
7/10
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Bodega
6/10
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Dirección Murcia. Avda. Academia de Infantería, 26.
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Teléfono 683 641 957
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Horario Cierra lunes y martes
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Precio medio Unos 45 euros por persona
El caso es que en esta nueva ubicación, el restaurante gana en todo. Además, el servicio de sala ha mejorado considerablemente y, aunque cuando una señora te sirve de forma familiar tiene su encanto, siempre es mejor un profesional del sector que aguanta el tirón en cada momento.
En los entrantes, me decanto casi siempre por la mortadela de trufa que sale de cocina con un pan crujiente. A veces, cuando no quiero meterme mucha materia entre pecho y espalda, pido los espaguetis al olio, con un punto de guindilla, ajo y aceite de oliva. Pero lo que hace que una y otra vez La Mariposa de Fran aparezca en estas páginas son dos de sus platos más vendidos. Por un lado, los tallarines con bogavante y, por otro, la joya de la corona: los papardelle con trufa. Créanme que cualquiera de estos dos platos son una apuesta segura. De hecho, os recomiendo que vayáis con alguien de confianza para compartirlos, ya que es complicado elegir entre dos sabores tan profundos y delicados.
Si queréis disfrutar de un sabor envolvente, untuoso y potente de trufa, pedid los parpadelle de Fran
Pinchar y enrollar
Los tallarines con el bogavante vienen con unos tomates cherri salteados, cebollino y, al loro, la carne del bicho troceada y mezclada con la pasta para que solo tengas que preocuparte por pinchar y enrollar. La salsa inunda el plato y, os lo aseguro, vais a necesitar más pan del que tengáis en la mesa.
Los papardelle con trufa son otra historia. Soy consciente de que el sabor de la trufa es posible que no os termine de enamorar porque no le hayáis pillado el gusto o porque sois un poquito raritos, pero si queréis disfrutar de un sabor envolvente, untuoso y absolutamente potente de trufa, probad los papardelle de Fran. No hay más.
También de gran nivel encuentro la lasaña, con una pasta muy ligera y un relleno sabroso y generoso por igual. También muy recomendable. Magnífico el tiramisú, pero, en caso de pedir algo más, me quedo con la cocina salada del local. Larga vida.
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