Kiosco del Naval: El sitio de mi recreo

Esta oferta tan amplia -de nueve de la mañana a doce de la noche- ha generado un tránsito de clientes durante todo el día, por lo que es muy probable ver en una mesa unas tostadas especiales y en la mesa de al lado un vermú con aceitunas y media docena de caballitos.

El local se encuentra en el corazón del parque Los Juncos, a menos de dos metros de un espacio municipal para niños, por lo que uno puede llevar a los críos a que jueguen en los toboganes y columpios mientras te tomas una caña helada. Pero tranquilo: si no tienes críos y no te apetece tomar algo rodeado de jarana infantil, en la parte contraria del local tiene unas mesas reservadas para que no te moleste nadie.

De la oferta gastronómica del Kiosco del Naval destacan las que posiblemente sean las mejores patatas fritas caseras de Cartagena. Patatas 'chips' crujientes y sabrosas, con su piel, que, como reza la carta, están hechas al más puro estilo de la mítica La Patatera. Hueva con nueces, mejillones gigantes, buenas ensaladas de tomate con ventresca, anchoas de máxima calidad o unos caballitos crujientes y sabrosos son platos sin margen de error. En la carta también se puede encontrar desde un tartar de salmón hasta una hamburguesa de vaca rubia gallega.

La versión de la tortilla vaga de Sacha rellena de setas y gambas o los rollitos de boquerón los encuentro correctos. Sin embargo, es en el sándwich cubano donde la cocina se corona. Los sirven con dos salsas -una de ellas picante- y el relleno es de esos que parecen besarte en la boca. Riquísimo.

Los postres, bien, pero yo prefiero repetir de sándwich, porque merece la pena. Sin duda, el Kiosco del Naval es, para los que tienen el privilegio de vivir en Cartagena, un espacio perfecto de recreo para toda la familia.